Una joven fue encontrada muerta este martes en un pozo ciego de un aserradero de José C. Paz y por el crimen detuvieron a su ex pareja y a un amigo del hombre. Según determinó la autopsia, María Alejandra Martínez fue asesinada de cinco balazos y tenía una pierna cortada post mortem.
El brutal crimen fue denunciado por una mujer que se presentó de manera espontánea en la comisaría 2da. de José C. Paz para decir que habían asesinado durante una fiesta a una chica llamada "María" y que el femicidio se había producido el 1 de octubre pasado.
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La testigo aportó a los investigadores las identidades de los sospechosos y tras una serie de tareas investigativas, la policía primero ubicó y detuvo en un aserradero al sereno Alfredo Ezequiel Pucheta, y ayer por la tarde, detuvo también a Rodolfo Vallejos en la localidad de José C. Paz.
Según fuentes policiales, Vallejos tenía una relación de pareja conflictiva con Martínez, por lo que es el principal sospechoso, mientras que además es investigado en otro expediente por venta de drogas. Del mismo modo, se cree que Pucheta podría haber colaborado en el hecho o en el descarte posterior del cadáver.
Por el momento, ambos quedaron detenidos acusados del delito de “homicidio calificado por haber sido cometido contra una mujer y mediante violencia de género, agravado por su comisión con un arma de fuego”, que prevé una pena de prisión perpetua.
En base a los datos preliminares de la autopsia, la mujer fallecida recibió cinco disparos de un arma de fuego calibre 22, uno de esos balazos fue en su cabeza y los otros cuatro fueron hallados distribuidos entre el tórax y el cuello.
Del mismo modo, forenses del cuerpo médico de la Policía Científica de San Martín informaron al fiscal de la causa, Carlos Hermelo, que a la joven después de muerta le cortaron la pierna derecha a la altura de la rodilla, aunque la amputación fue incompleta.
Denuncias previas
Entre Martínez y el imputado Vallejos existían denuncias previas cruzadas por maltrato y violencia de género que tramitaron en el Departamento Judicial San Isidro cuando ambos convivían en Villa Rosa, partido de Pilar.El primero en denunciar fue Vallejos, el 4 de junio pasado, cuando se presentó en la Comisaría de la Mujer de Pilar para decir que Martínez le había robado 8.000 pesos, que su pareja era consumidora de clonazepam, que le había pegado y lo había amenazado con que le iba a mandar a sus familiares para que lo lastimen.
Sin embargo, al día siguiente se presentó en la misma seccional, acompañada por una tía, con una contradenuncia en la que afirmaba que era víctima de violencia de género y que su pareja le había provocado lesiones y la había amenazado.
Esa causa quedó a cargo de la fiscal Carolina Carballido, de la UFI especializada en Violencia de Género de Pilar, por lo que como primera medida mandó a buscar al denunciado y a una tía de Martínez, quien confirmó que su sobrina era víctima de maltratos pero que aún así la chica había vuelto a convivir con Vallejos.
A pesar de esta situación, el 2 de agosto la chica se presentó nuevamente en la comisaría para pedir que archivaran la causa, porque en realidad había mentido y ella no sufría de maltratos.