Este jueves una joven de 30 años fue encontrada muerta por la policía en una calle de la localidad de Tigre, y según determinó en las últimas horas la autopsia, se trató de un femicidio ya que la víctima fue violada y asfixiada.
Los forenses de la Policía Científica de San Isidro descartaron de este modo el suicidio, una hipótesis que el asesino quiso plantar al dejar el cuerpo colgado de un alambre.
De este modo, los peritos le informaron a los fiscales de Tigre que instruyen el expediente, Sebastián Fitipaldi y Diego Callegari, que la causa de muerte fue una asfixia mecánica provocada por un tercero.
Según las fuentes, los expertos informaron que la víctima sufrió un abuso sexual por vía anal y que el asesino ejecutó un “triple mecanismo asfíctico”.
“La estrangularon en forma manual, la sofocaron tapándole boca y nariz y la ahorcaron con la campera de tela de avión de la propia víctima que quedó atada al cuello”, explicó a Télam una fuente judicial.
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Por el crimen, hay un hombre de 32 años detenido, quien seguramente este jueves será indagado por el fiscal Fitipaldi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Rincón del Milberg, y por su colega Callegari, de la fiscalía especializada en Violencia de Género de Tigre.
Si bien aún no está definida la calificación contra el agresor, las fuentes indicaron que podrían acusarlo de “abuso sexual seguido de muerte” y “femicidio”, ambos delitos con pena de prisión perpetua.
El cuerpo de María Florencia Santa Cruz, quien era hija de un comisario retirado de la policía bonaerense, apareció cerca de las 3 de la madrugada de ayer en un tapial ubicado en el cruce del Acceso Tigre y la calle Benito Lynch, cuando personal de la comisaría primera pasó por el lugar y observó a una mujer colgada de un alambre con una campera alrededor de su cuello.
La víctima, que no llevaba ropa interior pero si una remera y pantalón, apareció colgada de un alambre con su campera alrededor del cuello, con las rodillas apoyadas en la tierra.
Aunque en un primer momento se pensó que podía ser un suicidio, la clave de la investigación fueron ocho cámaras del Centro de Operaciones Tigre (COT) con las que pudieron reconstruir los movimientos previos de la víctima, quien aparecía en compañía de un hombre sospechoso.
Si bien la grabación no tomó el momento del crimen, el hombre con el que había llegado Santa Cruz se retiró del lugar a píe y a través de otras cámaras que siguieron su ruta, se corroboró que llegó a su casa ubicada a poco más de 10 cuadras. En el camino que él hizo para regresar a su vivienda, la policía encontró primero un par de anteojos y un pañuelo de la víctima y luego su cartera.
Con esos datos, los fiscales Fitipaldi y Callegari dispusieron un allanamiento en la casa de Hernández, ubicada en la esquina de José Manuel Estrada y General Campos de Tigre. El personal policial aprehendió al acusado, a quien le secuestró las prendas de vestir que utilizó en el momento del hecho.