Avanza la investigación por el femicidio de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada a cuchilladas en la localidad bonaerense de Rojas. Por el crimen está imputada su ex pareja, el efectivo de la Bonaerense Matías Ezequiel Martínez, a quien la víctima ya había denunciado en 18 oportunidades. La pericia clave a los teléfonos celulares, la estrategia del único sospechoso por el asesinato y los "diez minutos" que la Justicia busca reconstruir que podrían incrementar la pena del presunto femicida.
Al momento, las cámaras de seguridad lograron reconstruir de forma parcial los movimientos de Úrsula en las horas previas a su femicidio. La última grabación muestra que la joven dejó su moto en la puerta de un quiosco y luego abandonó el local a pie.
Qué hizo el femicida de Úrsula cuando vio a la Policía, la autopsia y la premeditación
"Lo que se busca determinar es cómo fue el encuentro con Martínez", reconocen a BigBang fuentes de la investigación. El dato no es menor: la línea que busca probar la fiscalía es que el efectivo de la Bonaerense fue advertido por sus compañeros de Fuerza de la nueva denuncia que Úrsula quería presentar en su contra y que hubo alevosía y premeditación, dos figuras que complicarán su situación procesal durante el juicio oral.
De acuerdo a la fiscalía, Martínez planificó el asesinato. Un indicio es que llevó consigo el arma blanca con la que asesinó de 15 puñaladas a la adolescente. El otro, el descampado en el que la asesinó. "Lo que buscamos probar es que la llevó a un lugar específico con el fin de asesinarla, un lugar en el que no tenía posibilidad alguna de defensa", suman."Rompimos todo, como vos pediste": la dolorosa carta que escribió una amiga íntima de Úrsula Bahillo
La Policía encontró el cuerpo de Úrsula el lunes ocho de febrero por la noche, cerca de las 20.30, en una zona de pastizales de un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, ubicado a 13 kilómetros de Rojas. "Fue premeditado porque él fue con un cuchillo a la escena. Y fue alevosa porque la lleva a la víctima a un estado de desprotección. Se configura la alevosía y la premeditación que agravan aún más la figura de homicidio. Es una pena de reclusión perpetua sin lugar a dudas la que le corresponde", precisó el fiscal de la causa, Sergio Terrón.
Tal como anticipó este medio, la Oficina de Tecnología y Gestión para la Investigación, que depende de la Fiscalía General Departamental, ya trabaja en el peritaje a los dos teléfonos celulares encontrados en la escena del crimen. "El imputado se negó a desbloquearlo y es por eso que la diligencia tardó un poco más de lo habitual, pero ya se pudo acceder a ambos smartphones y se están recuperando todas las comunicaciones previas al crimen", revelaron.
No puede esperar el juicio en libertad bajo ningún punto de vista. Es un peligro. Lo era antes del femicidio y ahora lo sigue siendo"
Martínez no sólo se negó a colaborar con su teléfono, sino que además optó por no declarar todavía en la causa. "Es parte de una estrategia bastante lógica", reconocen desde la fiscalía, al tiempo que resaltan que solicitarán la detención preventiva hasta la llegada del juicio oral. "No puede esperar el juicio en libertad bajo ningún punto de vista. Es un peligro. Lo era antes del femicidio y ahora lo sigue siendo", suman, en alusión a las 18 denuncias que había radicado la víctima y a las otras demandas por violencia, abuso de menores y amenazas del prontuario de Martínez.
El imputado sigue detenido en la Alcaidía Penitenciara de Junín, en donde deberá cumplir al menos una semana más de aislamiento por la pandemia.