24 Mayo de 2023 09:59
Carlos Daniel Orellano tenía 23 años cuando fue encontrado sin vida en febrero de 2020. El joven había ido a bailar y en un determinado momento de la noche, lo expulsaron del lugar. De ahí en más, todo se volvió una incógnita porque su cuerpo fue hallado flotando en el río Paraná, en la ciudad de Rosario, por una mujer que dio aviso a la Policía, que a la vez notificó a Prefectura Naval Argentina (PNA). La familia del hombre había denunciado su desaparición un lunes.
El cadáver fue encontrado frente al complejo llamado La Fluvial, adonde el joven había ido a bailar la noche del domingo junto a sus amigos. Según contó tiempo atrás el padre de Carlos, Edgardo Orellano, su hijo había sido expulsado del boliche Ming River House por los patovicas luego de que éste intentara ingresar al sector VIP sin la pulsera que lo autoriza. "En vez de pedirle que se retire lo empujan de arriba, le golpean la cara contra el piso, él se enoja y ahí lo 'amansan' y lo sacan a las trompadas desde el boliche", explicó a un medio local.
Los testimonios indican que los patovicas lo empujaron contra la baranda de la costanera y de ahí pasó "para el otro lado". "Ahí no se sabe si se resbala y se cae, si lo empujan o si le pegan una trompada y cae desmayado", dijo el hombre. El juicio comenzó el pasado miércoles 12 de abril en Rosario y el veredicto se conocerá el próximo 2 de junio. La última autopsia determinó que podría haber sido golpeado en varias oportunidades antes de caer al agua.
El médico forense, Argentino Herrera, miembro del Instituto Médico Legal de Rosario, presentó en las últimas horas ante el Tribunal que lleva adelante el juicio por el fallecimiento del joven, un informe bajo el Protocolo de Minessotta. Según el documento, la causa de muerte fue “asfixia por sumersión” y se registraron ocho “infiltraciones hemáticas” en el cuerpo, que tienen que ver con golpes recibidos cuando todavía estaba vivo.
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El informe asegura que las marcas dan cuenta de lesiones en la cabeza, el cuello, el tórax, el hombro derecho y otros lugares del cuerpo, y fueron producto de “golpear o ser golpeado contra una superficie dura y firme”. El especialista, a su vez, remarcó el hallazgo de un “alto contenido de hemoglobina”, que sería compatible con la lesión en el tórax, mientras que las infiltraciones en el cuello serían propias de la "compresión o sujeción directa".Desde la querella, sostienen que este informe es consistente con una agresión previa a la caída al agua, además de lo declarado por los testigos que vieron que a Bocacha lo agarraron del cuello y lo golpearon. Por su parte los defensores de los principales acusados por la muerte plantearon que el cuerpo “no presenta marcas de golpes, sino infiltraciones hemáticas que pueden tener otro origen".