15 días en cautiverio. Un secuestro. Y una herida que no se curará jamás. Hace unas semanas, una mujer viajó junto a su hija de tres años de Catamarca a Boulogne por una “oferta laboral” que desencadenó en un infierno.
La mujer había sido contratada como empleada doméstica, pero esto simplemente era una excusa para lograr que la mujer viajara, se encontrara sola y sin recursos, y gracias a ello poder engañarla, privarla de su libertad y abusarla.
Frente a la falta de contacto que tuvo desde que arribó a Buenos Aires y bajo una presunta desaparición, la familia de la víctima efectuó una denuncia para investigar su paradero.
La policía logró averiguar el domicilio en el que se encontraba la mujer gracias a un rastrillaje que se realizó en su celular, y al llegar al lugar constató lo peor. Estaban en cautiverio en una casa ubicada sobre la calle Asamblea al 1400, casi en el cruce con Capitán Juan de San Martín.
Un hombre se metió en un casa, abusó de una nena y fue atrapado por los vecinos
La víctima, que se encontraba en unas condiciones muy precarias junto a su hija, pudo realizar “disimuladamente” una serie de señas frente a los uniformados, gracias a lo que fue salvada por los oficiales de dicha localidad.La mujer declaró que fue víctima de múltiples abusos. La golpearon, le quitaron su documentación, la secuestraron, la violaron y amenazaron con matarla a ella y a su hija en reiteradas ocasiones. Motivo por el cual la policía efectuó un allanamiento en el hogar.
En la investigación se llevaron una sorpresa que no colabora para nada con la defensa de los acusados. Encontraron dos pistolas Bersa (una nueve milímetros y la otra 3.80), una escopeta Akkar 12.70, dos manoplas de metal, igual cantidad de rebenques de cuero y nueve cuchillos de grandes dimensiones.