Córdoba vivió una noche de tensión cinematográfica, pero sin actores ni efectos especiales. Fue real, crudo y dramático. Eran pasadas las 20:30 del martes cuando el centro de la ciudad, en la zona de Patio Olmos, se convirtió en el escenario de una persecución angustiante que dejó a todos con el corazón en la garganta: un conductor, presuntamente de Uber, escapó de un control de tránsito, arrastrando a un policía sobre el capot de su auto durante más de tres cuadras... con una niña adentro.
Todo comenzó en la esquina de Boulevard San Juan y Vélez Sarsfield, donde agentes municipales realizaban un operativo de rutina. La rutina duró poco. El conductor, al volante de un Volkswagen Gol Trend, detuvo su marcha para levantar a una pasajera y a su hija, como si fuera una noche más de trabajo. La niña ya estaba en el asiento trasero cuando los inspectores se acercaron para controlarlo. Fue entonces cuando el hombre tomó la peor decisión: aceleró.
Un efectivo policial que acompañaba a los inspectores intentó detenerlo. Se interpuso en el camino del vehículo con la intención de frenar la marcha. Pero no hubo freno. El conductor avanzó, y el policía, para evitar ser arrollado, se aferró al capot como pudo. Así, comenzó la dramática secuencia, Durante más de tres cuadras, el auto circuló por las calles céntricas de Córdoba con el uniformado colgado del capot. La escena fue captada por varios testigos que, con celulares en mano, no podían creer lo que veían.
En un colectivo que iba delante, una pasajera advirtió el horror: "¡Pídanle al colectivero que frene! ¡Que no avance!", gritó. El desconcierto, los gritos, el caos: "¡Frená, chofer! ¡Que frene, por favor!", se escuchaba entre la desesperación de los pasajeros. Desde otro ángulo, otro conductor filmaba la secuencia desde atrás, y su voz, entre indignación y espanto, relataba lo que ocurría: "Qué abuso, lo lleva al policía en el capot...".
El policía, aferrado con fuerza inhumana al vehículo, terminó cayendo al asfalto tras el brutal trayecto. Milagrosamente, solo sufrió lesiones leves, según confirmó el servicio de emergencias 107. El conductor, mientras tanto, siguió su fuga. Unas cuadras después, detuvo el vehículo momentáneamente sobre la calle Mariano Moreno y liberó a la menor, dejándola sola, en plena noche, en medio de la calle. Luego, volvió a acelerar y desapareció entre las sombras urbanas.
Ahora, la Policía de Córdoba trabaja contra el reloj para identificar al prófugo. Analizan cámaras de seguridad, relevan testimonios y refuerzan los operativos en la zona. El caso, que empezó como una infracción de tránsito, derivó en un delito de extrema gravedad: intento de homicidio, resistencia a la autoridad, y abandono de persona.