Entre la noche del lunes y la madrugada de este martes, la tranquilidad del barrio porteño de Liniers se vió interrumpida por un evento que estremeció a los vecinos: 17 presos escaparon de la Alcaldía N°9, ubicada en Gana al 400. La fuga, que se llevó a cabo a través de un boquete en una pared de ladrillo hueco, dejó al descubierto graves falencias en la seguridad penitenciaria de la Ciudad. El agujero, de apenas 30 centímetros de diámetro, se encontraba en un patio interno de la comisaría.
Fue descubierto a la 1 de la madrugada, cuando los guardias notaron la ausencia de los reclusos. Según informaron fuentes policiales, entre los evadidos se encuentran 11 argentinos y 6 chilenos, muchos de ellos con antecedentes graves. Entre los fugados destacan:
- Roger Davis Adaro, de 41 años, detenido por robo agravado por el uso de armas.
- Daniel Matías Petrarca, de 25 años, acusado de tentativa de homicidio.
- Nahuel Jorge Alet, de 33 años, preso por robo.
- Gastón Kevin Villalba, de 30 años, también por robo.
- Axel Romero, de 21 años, con causas similares.
La fuga se suma a una preocupante tendencia de escapes en comisarías porteñas, evidenciando problemas estructurales y de gestión. La Alcaldía N°9 había sido inaugurada en 2022 como parte de un plan para aliviar la sobrepoblación carcelaria, pero ya enfrenta críticas severas por su vulnerabilidad. A raíz de esto, la Policía de la Ciudad desplegó brigadas de investigación y lleva adelante un operativo cerrojo para recapturar a los prófugos. Hasta el momento, solo uno de los 17 fugadosvolvió a ser detenido nuevamente. La causa está en manos del fiscal contravencional porteño Blas Michenzi, quien lidera las tareas para esclarecer las circunstancias del escape.
Esta fuga no es un hecho aislado. En noviembre pasado, once detenidos escaparon de la Alcaldía 4 Bis en Barracas. Días después, dos más huyeron del Centro de Contraventores en Pompeya. Ambos incidentes llevaron al desplazamiento de altos funcionarios del área de seguridad, incluyendo a Sebastián Vela y Martín Ochoa, responsables de la administración penitenciaria. El trasfondo de estas fugas está marcado por la sobrepoblación carcelaria y la falta de inversión en infraestructura. A esto se suma la reciente transferencia del Servicio Penitenciario Federal al ámbito de la Ciudad, un acuerdo entre Patricia Bullrich y Jorge Macri.
El mismo incluye la gestión de la cárcel de Devoto. La fuga generó alarma entre los residentes de Liniers, quienes expresaron su preocupación por la presencia de delincuentes peligrosos en las inmediaciones. "Es inaceptable que algo así ocurra en pleno centro del barrio. Necesitamos más controles y seguridad," declaró un vecino, visiblemente exaltado. Con las Fiestas de Fin de Año a la vuelta de la esquina, el episodio pone en jaque la gestión de la seguridad en la Ciudad. La recaptura de los fugados y la revisión urgente del sistema penitenciario se presentan como los principales desafíos para las autoridades en los próximos días.