14 Abril de 2025 09:06

La Municipalidad de la ciudad cordobesa de Río Primero decretó tres días de duelo por el fallecimiento de los operarios Santiago Vicintini de 21 años y Víctor Adrián Loza de 35, trabajadores de la fábrica de dulce de leche La Blanca, quienes perecieron tras un accidente laboral el último sábado por la mañana, cuando hacían mantenimiento en la zona del lombricompostaje, donde los gases que emergieron les hicieron perder el conocimiento y desvanecerse en la cisterna de agua, donde encontraron sus cuerpos.
Este lunes trasladarán los restos al cementerio municipal, luego de un velatorio realizado el domingo en el cual se acercaron los afectos de los dos obreros que murieron en el trágico accidente ocurrido en la planta ubicada en la ruta provincial 10, a 15 kilómetros de la localidad cordobesa donde habitaban ambos.
La publicación local El Diario del Pueblo informó que Vicintini se acercó a la cisterna a la cual Loza limpiaba como parte de sus tareas, luego de que este pidiera ayuda a los gritos. Según la principal hipótesis, fueron los gases producidos por la cisterna los que desvanecieron a ambos, quienes tras perder el conocimiento cayeron al agua.
Tras decretar los días de duelo, la Municipalidad de Río Primero reconoció en un comunicado oficial el "profundo pesar ante el fallecimiento de dos jóvenes trabajadores", mientras que aseguraron que "como comunidad" compartían "el dolor y la tristeza por estas pérdidas", que lograron conmover "a todos los ríoprimerenses".
A su vez, hubo reclamos de los vecinos y en las redes sociales, quienes exigieron que la fábrica deje de funcionar hasta que no se sepa qué fue lo que realmente ocurrió y se compruebe lo evitable que era. Según reportó Clarín, pidieron sanciones y remarcaron que "días atrás una de las víctimas de este horrendo accidente fatal ya había hecho un reclamo ante sus jefes de 'graves anomalías en dicha fábrica', que le costó una suspensión de varios días, y hoy desgraciadamente tuvo que pagar con su vida".
¿Quiénes eran?
El joven Santiago era jugador de vóley en la localidad y así se mostraba en sus redes, donde aparecía con la camiseta del conjunto de su ciudad. La institución dejó una publicación para recordarlo siempre. "Lamentamos de todo corazón tu pérdida 'zurdito'. Extrañaremos las juntadas post entrenamiento para ir a tomar coca, las risas en la Trafic, durante el partido. Todos los momentos compartidos, partidos, campeonatos que hemos ganado y perdido. Qué difícil va a ser entrar al SUM y no verte más entrenar con nosotros, cuando nunca faltabas, tu cable a tierra. Espero que estés descansando en paz, condolencias a la familia y amigos para sobrellevar este momento tan duro. 'No se muere quien se va, solo muere quien se olvida'", escribieron.
"Te vas haciendo el gesto de amor más grande que puede hacer un ser humano. Te voy a admirar toda mi vida y te voy a extrañar cada día. Perdón por no estar ahí", le escribió su tío Marcos Esteban, en relación a la solidaridad que tuvo con el otro fallecido y complemente enorgullecido por el gesto.
"¿Qué hiciste zurdo? Me niego a dejar que te vayas, cabeza. Dejás un vacío inmenso, difícil de superar, me quedan muchas cosas por decirte, por compartir. Comidas familiares que las hacíamos super divertidas porque eras el único que me seguía en mis idioteces. Ese primo que daba el ejemplo a seguir, ese sobrino al cual solo había que admirarlo por la grandeza de sus superaciones, ese hijo 10. Esa persona excelente", había dicho previamente.
A Loza también lo recordó su familia, aunque para referirse a él todo el mundo usó el término "Adri". De forma unánime, familiares y amigos lo recordaron como una persona "llena de sueños y metas por cumplir". Fanático del fútbol de su amado Club Atlético River Plate y de la Selección Argentina, de acuerdo a las publicaciones que tenía en sus perfiles de redes sociales.
Todas las mañanas iba en moto a la fábrica donde perdió la vida. Una familiar directa de él, escribió un texto en primera persona, pero desde la mirada del fallecido, con el fin de retratar cómo era su vida cotidiana. "Soy Víctor Adrián Loza. Soy feliz, me levanto todos los días con una sonrisa. Me alisto, desayuno, saludo a mis viejitos y me voy. Subo a mi motito que tanto quiero y me voy a trabajar", comenzó.
"Hoy 12 de abril entré a las 6, contento, lleno de sueños y metas por cumplir. Pero en horas de esa misma mañana, en esa fábrica La Blanca apagaron mi luz, me robaron mis sueños, mis metas, mi vida. Rompiendo el corazón en mil pedazos de mi gran familia. Mientras mi luz se apagaba ellos esperaban mi llegada", lamentó allí.