La ciudad de Rosario (Santa Fe) se convirtió en el último tiempo en una de las ciudades más difíciles e inseguras, ya que la crecida de amenazas, asesinatos y asaltos alerta a los vecinos y a dirigentes políticos. Esta vez, un episodio que podría haber terminado en tragedia.
Un hombre ingresó con un rostro cubierto por un casco y dejó una nota intimidatoria en la mesa de un comensal en un bar de la ciudad, ubicado en el bulevar Rondeau al 3900, en la zona norte. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar, donde se puede ver cómo ingresa y luego de dejar el papel, se va con intención de retirarse del lugar.
Sin embargo, hace tres pasos para atrás, se pone de frente a los clientes sacando un arma que tenía escondida entre sus ropas y comienza a disparar. "Gracias a Dios gatillaron, pero no salieron los disparos", dijo un cliente que se encontraba cenando con unos amigos en el bar a una radio local, quien detalló además que la pistola "se trabó, pero que estaba cargada".
"Soy habitué del bar, hacía 10 minutos que me había ido y me empezaron a llamar para ver qué es lo que había pasado (...) "Se bajó uno, dejó la nota en una mesa, sacó el arma e intentó disparar pero no salió y se fue corriendo. Es todo lo que sé", dijo el cliente. Además, narró que tras los disparos fallidos, el agresor intentó darse a la fuga en una motocicleta, donde lo esperaba otra persona que conducía y se escapó del lugar.
Por otro lado, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó que la nota que dejó el atacante hacía referencia a una situación de unos amigos presos, tal y como ocurrió en otros casos donde los autores dejaban amenazas contra el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. La Fiscalía Regional Rosario ordenó por su parte que las primeras "tareas investigativas" del caso y que aún no lograron dar con los asaltantes.
En este mismo sentido, la policía rosarina dijo que se encuentran realizando un relevamiento en las cámaras de seguridad tanto del propio comercio en el que se registró el episodio como en otras de la cuadra, para poder reconstruir la escena e identificar a los atacantes. Además, tomaron testimonio a todos los clientes y a los propietarios del bar.
Una vez cumplidas esas primeras medidas, es probable que la causa pase a la Unidad de Balaceras, para que la tome el fiscal Federico Rébola, quien interviene en casos similares, como el ocurrido en noviembre de 2021 a pocos metros de ese lugar, en una parrilla de la zona.
El dueño del bar, Alejandro, expresó en diálogo con "El Tres" que el asaltante quiso dispararle a su padre, que es un hombre mayor y que aún no logra salir del estupor: "Fue un caso aislado que nosotros no tenemos nada que ver, que se hagan cargo los que se tienen que hacer cargo. En un principio nos asustamos porque ha pasado que balean comercios para pedir algo a cambio, pero pedían para los presos y nosotros obviamente no tenemos nada que ver con eso, por eso decidimos abrir y seguir para adelante", sostuvo.