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Gatillo fácil: a 9 meses del crimen de Blas Correas, cómo sigue la causa y qué pasa con los policías investigados

El joven de 17 años fue asesinado de un disparo el 6 de agosto de 2020 cuando volvía en auto de un bar con amigos.

30 Abril de 2021 12:43
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En la madrugada del 6 de agosto del 2020 la familia de Blas Correas, el joven de 17 años asesinado en plena ciudad de Córdoba a balazos por policías, se prometió que la muerte del chico no iba a ser en vano. Esa misma noche, también aseguraron que iban a llegar hasta los últimos responsables del crimen, y hoy, 9 meses después, los imputados en la causa son 18 y los detenidos 8.

En base a lo que se pudo reconstruir, esa madrugada, cuando Blas volvía en un Fiat Argo de un bar tras haber pasado un rato con amigos, los oficiales Lucas GómezJavier Catriel Alarcón dispararon contra el auto porque el conductor no se detuvo ante el control policial que estaban llevando a cabo.

Tiraron contra el vehículo 5 veces, y una de esas balas impactó de lleno en el cuerpo de Correas, quien a pesar de que fue trasladado por sus propios amigos a dos centros asistenciales, porque primero en la clínica Aconcagua no quisieron atenderlo, no resistió al impacto y murió.

Tanto Gómez como Alarcón tienen antecedentes penales. En el primer caso, existe una causa abierta por encubrir a un violador en la localidad de La Calera, mientras que el otro oficial tiene una causa por privación ilegitima de la libertad y lesiones leves, una imputación que surgió luego de un control policial en el que tuvo un problema con un conductor al que detuvo.

El hecho culminó en la intersección de Chacabuco y Corrientes de la ciudad de Córdoba, y además de estos dos oficiales, hoy imputados por los delitos de "homicidio calificado, agravado por el uso de armas" en perjuicio de Correas y por "tentativa de homicidio reiterado en cuatro hechos" contra los amigos del adolescente, están también acusadas las agentes Wanda Micaela Esquivel y Yamila Florencia Martínez.

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Esquivel fue una de las que plantó un arma en el vehículo de los chicos, ya que la fiscalía cree que los oficiales quisieron hacer creer que el grupo de amigos estaba armado, y que por eso, ellos dispararon contra el auto. Por su parte, Martínez está acusada de “encubrimiento agravado”.

Además de ellos cuatro, hay otros once policías imputados, varios de ellos jefes policiales. Aunque en un principio la investigación se centró en quiénes habían disparado, lo cierto es que por presión e insistencia de la familia de la víctima, la causa avanzó y llegó hasta los máximos responsables.

"Entró mucho en juego la política, hay mucha presión de la política sobre la Justicia. La causa llegó a una instancia que ni ellos esperaban que iba a pasar. Armé un equipo que me asesora en muchas áreas, y empecé a investigar, y descubrí cosas que se han ido presionando, y que gracias a eso, la causa avanzó, porque sino no hubiera avanzado nunca al lugar que llegó. Con decirte que el número 2 de la policía está imputado. Son 15 policías y 3 personas de civil que pertenecen a la clínica donde no lo atendieron", explicó a BigBang Blas Correas, papá del adolescente fallecido.

Cuando habla "del dos de la policía de Córdoba", hace referencia al ex comisario Gonzalo Cumplido, quien será investigado por el Fuero Anticorrupción por decisión de la fiscalía a cargo de José Mana.

Cumplido era el jefe de la zona sur de la división Seguridad Capital de la Policía de Córdoba, y fue imputado el pasado 18 de marzo por el fiscal, quien le endilgó la supuesta comisión del delito de violación de los deberes de funcionario público, lo que derivó en que pasara a ser investigado por el Fuero Anticorrupción, muy desprestigiado en la provincia.

"En la Legislatura presenté una denuncia por el número dos de la policía, porque él se abstiene a declarar pero cuando fue imputado prometió que lo iba a hacer y después lo apretaron con una causa antigua de acoso sexual, y ahora se niega", dijo Correas.

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"La causa tiene un hecho principal, la muerte de mi hijo, el arma implantada, eso está grabado por los domos de la ciudad y está clarísimo. Después de que implantaran el arma, intervinieron comisarios y subcomisarios para organizar cómo limpiar la escena y cómo cambiar el rumbo del hecho. Por eso esto desnudó toda una estructura maliciosa de como se maneja el Gobierno (provincial) y la policía, con complicidad absoluta", dijo el padre de Blas.

Según contó a este sitio, él llegó a la central policial 40 minutos después de que su hijo fuera baleado, y cuando arribó al lugar, se encontró con una cantidad de policías muy grande dentro, cuando en verdad ahí siempre trabajan muchas menos personas.

"Donde el auto se detuvo, ahí ya había más de 50 policías alrededor. La escena del crimen se levantó en 40 minutos. Los policías cuando fueron llevados a la comisaría, una de las mujeres se quiebra y acepta que dispararon ellos. Ahí mínimanete deberían haber sido demorados, pero los mandaron a la casa, recién al otro día los detuvieron, y les dieron la posibilidad de limpiar cualquier cosa. Acá hubo todo un entramado, que está en el expediente, donde se acredita que ellos (los policías) deciden no hablar más por radio, y eso no fue espontáneo, esto ya es algo establecido. Esa idea de como tapar el hecho tiene cerbero, porque eso no lo hace un cabo. Ahí hubo un trabajo desmedido del Gobierno para que esto no creciera", sostuvo.

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Este miércoles se llevó a cabo por parte de la fiscalía una reconstrucción virtual del hecho, de la cual se espera que se desprendan la trayectoria intracorpórea en el cuerpo de la víctima, las trayectorias balísticas en el vehículo, autoría de los disparos, correspondencia y orden cronológico de los mismos, compatibilidad de las trayectorias intracorpórea/balística, ubicación y posición de los sujetos intervinientes al momento de los disparos.

"Va a estar dividida en 4 etapas la reconstrucción y van a citar a peritos. Por lo que sé, van a tardar 4 semanas, y después quieren terminar con eso, y elevar la causa a juicio. Yo le voy a pedir al fiscal que se aboque a seguir investigando, es fundamental, no es que uno divague en el hecho de pedir por pedir, desde el primer minuto lo que reclamé, se cumplió. Todo lo planteado con el tiempo se ha ido cumpliendo, porque acá hay un problema estructural de la Justicia", remarcó.

Sobre esto, el padre de Blas, que hoy es representado por el abogado Alejandro Pérez Moreno, dijo que todavía quedan muchas cosas por investigar, y que lo que él quiere es que la causa avance y se llegue al fondo de la cuestión. "Faltan muchas pruebas y todavía el mayor imputado no declaró, es ilógico cerrar una causa donde el trabajo no está terminado", afirmó, y además adelantó que enviará a la fiscalía una carta para pedir que el jefe policial Cumplido vuelva a ser vinculado a la causa madre, y deje de ser investigado por el Fuero Anticorrupción.

Hacia el final de la charla, Blas Correas padre admitió que lo peor ya le pasó, y que ahora lucha para que otras personas no vivan lo mismo que él tuvo que atravesar. "Hago todo esto porque miro para atrás, y para delante de mi hijo. No tengo dudas de que hay personas que han muerto y han sido ensuciados con este tipo de cosas. Yo miro para atrás y seguramente a muchos les ha pasado lo mismo", cerró.