El líder de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, fue hallado culpable de asociación ilícita y estafa por la causa que investiga la Justicia de Goya Corrientes, en relación a la estructura piramidal con la que embaucaron a miles de ahorristas durante los últimos años. La condena, que podría llegar a ir desde los cinco a los diez años, será brindada en las próximas horas por el Tribunal, compuesto por los jueces Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte.
Además de Cositorto, también fueron hallados culpables sus cómplices Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista y Lucas Damián Camelino, mientras que los acusados Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina quedaron absueltos. El veredicto no pudo ser escuchado en plenas condiciones por Cositorto, ya que este terminó esposado a partir de un cruce muy fuerte con los magistrados.
"Es una vergüenza, están comprados. Corruptos", acusó el estafador, ante las argumentaciones del juez Carbajal. El juez no perdió el tiempo y, ante las interrupciones del acusado, pidió que lo esposen y que se lo retire de la sala. Cositorto, que siguió protestando, no se rebeló contra la decisión y aceptó que las fuerzas de seguridad lo retiren del recinto. El enojo de Cositorto se dio cuando el magistrado confirmaba que había cerrado y vaciado sus cuentas bancarias dos meses antes de pagarle a los 98 ahorristas que figuran como víctimas. Más allá del exabrupto registrado por las cámaras del Tribunal, el dictado de la sentencia continuó con la tranquilidad típica de este tipo de casos.
Desde el martes a las 8:30, cuando la fiscalía a cargo de Rubén Barry y María Eugenia Ballará presentó los alegatos finales del caso, se supo que la inocencia no iba a ser parte del universo de posibilidades para el condenado. "Se ha comprobado que; Leonardo Nelson Cositorto, como líder de la organización, y los otros cinco imputados se conformaron una asociación ilícita", aseguraron los acusadores. "Se ha acreditado con el grado de certeza la autoría de cada uno de los imputados como organizadores y como integrantes", agregaron.
"Los organizadores o jefes idearon planificaron la oficina de la ciudad de Goya poniendo en marcha una estafa piramidal a través de herramientas de engaño, indujeron a error a los inversores", fue una de las principales definiciones que sacaron Barry y Ballará. "Se presentaron como una academia de coaching financiero, como una empresa de educación, pero esto era una pantalla para traer inversores", añadieron.
Según los fiscales, "durante los meses de juicio se logró comprobar que la asociación fue creada para delinquir". "Todos sabían cuál era el rol que le cabía a partir de la puesta en funcionamiento de la oficina en la ciudad de Goya. La asociación ilícita se consuma con el solo hecho de formar parte, pero esta asociación ilícita cometió delitos de estafa en manera reiterada, vendiendo la ilusión de que al colocar su dinero tendrían rédito económico", concluyeron.