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Giro en la causa: los detenidos por el crimen del chofer acusan a dos vendedores de drogas

Los jóvenes de 17 y 18 años que quedaron detenidos por el crimen del colectivero Leandro Alcaraz declararon durante siete horas  y apuntaron a dos personas de nacionalidad paraguaya de aproximadamente 30 años.

18 Abril de 2018 17:56
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El martes, por más de siete horas, declararon ante el fiscal los dos jóvenes detenidos por el asesinato de Leandro Alcaraz, el chofer de 26 años de la línea 620 que recibió dos disparos a la altura de Virrey del Pino, La Matanza. Según el testigo clave del caso, los responsables fueron “Rodolfito”, de 17 años, y Jonathan Maximiliano Acevedo, alias “El Viejo”, de 18.

Alcaraz tenía 26 años. 

Este testigo le dio un giro a la causa y permitió que los dos aprendidos pasen a calidad de detenidos. En su declaración, esta persona, quien es vecino y a quien los detenidos le habrían confesado el crimen, contó que “Rodolfito” había llevado a su novia embarazada y en situación de parto al Hospital de San Justo, algo que por este momento la Justicia intenta corroborar.

“Nos mandamos una cagada loco. Con El Viejo matamos al colectivero. En el camino discutí porque me quería cobrar el boleto y yo no tenía saldo en la tarjeta SUBE. Como el colectivero se zarpó y me comenzó a bardear, lo llamé a El Viejo para que me traiga un fierro y lo pusimos”, señala el testigo que complicó la situación de los dos detenidos. 

Estos son los acusados por el crimen de Leandro Alcaraz.

El fiscal José Maroto, a cargo de la UFI Temática de Homicidios de La Matanza, con el juez de Garantías de La Matanza, Rubén Ochipinti, giraron la causa judicial a la justicia de menores. De esta manera, todo el expediente quedó en manos de Emilio Spatafora, a cargo de la UFI de Menores y del juez Sergio Polti, del departamento judicial de La Matanza.

Lo cierto es que ambos detenidos declararon durante siete horas ante el fiscal y apuntaron a dos personas de nacionalidad paraguaya de aproximadamente 30 años, a quienes acusan de vender droga en el barrio y de ser los responsables del asesinato del colectivero.

Jonathan Acevedo, apodado como “El Viejo”, dijo que es ayudante de albañilería, que no tiene antecedentes penales y que el día de la muerte del chofer, a las 16.30, él estaba en la puerta de su casa junto a dos amigos de nombre Walter y Brandon.

En ese momento, relató que Rodolfo -el menor de 17 años- fue corriendo hacia su casa y le dijo que dos paraguayos habían baleado a un chofer de la línea 620, frente a la plaza San Pedro. A raíz de esto, detalló que fue hacia el lugar y vio una “banda de gente, vecinos y curiosos”. 

“La plaza esa es un lugar donde los vecinos no nos quieren a los más jóvenes del barrio porque no les gustan las juntas y también se toma cocaína y se reúnen los chicos malos del barrio. Volví a la casa de mi madre, porque todos se fueron cada uno para su casa”, remarcó.

Este es el identikit de uno de los presuntos asesinos. 

En su declaración, el joven de 18 años contó que a la una de la mañana, la policía de la Provincia de Buenos Aires le “pateó la puerta  de mi casa” para llevarlo detenido. “Estuve en la seccional de policía de Virrey del Pino, detenido desde la una hasta las ocho de la mañana. Luego me fui a mi casa y dormí hasta las cuatro de la tarde”, explicó.

En ese marco, el joven reveló que los efectivos le exigieron que se declarara culpable y remarcó que comenzaron a sacarle muchas fotos. “Mi hermana (de nombre Yamila) se despierta y me dice que las fotos mías y de mi amigo (Rodolfo) estaban circulando por Facebook. Por eso mi mamá llamó a la de Rodolfito y juntos nos fuimos hasta la seccional”, continuó.

Según lo declarado por el “El viejo”, fue entonces que Rodolfo le dijo al oído que habían sido “los paraguayos del fondo” los que mataron al colectivero. “Uno de ellos tiene 30 años, mide 1,75 de altura, ojos claros, cabellos con rulos y un color medio rojizo. El otro no lo conozco, pero me dijeron que era más petizo, fuerte, retacón y de pelo oscuro”, describió.

En esa línea, señaló que estas dos personas viven a cinco cuadras de la casa de Rodolfo, en dos domicilios hechos de material, pintados de color blanco, sin rejas y sin tejido. Por su parte, Rodolfo contó que el sábado “salió de joda” y reveló que volvió entre las seis y siete de la mañana del otro día. “El domingo dormí hasta las 16.20 de la tarde”, aclaró.

Y continuó: “Mi hermano, de 14 años, me dijo que habían matado a una persona en la plaza. En mi casa estaba toda mi familia: mi mamá, mis dos hermanas y un sobrino que es bebé. Salgo y empiezo a caminar hacia donde estaba el colectivo en la plaza. Ahí me cruzó con dos personas, una tenía un arma en la mano y la otra venía tocándose la cintura”.

Familiares y amigos pidieron justicia por Alcaraz. 

El menor de 17 años detalló que el revlver de estas dos personas “era de color negro”, a diferencia de los testigos del caso, quienes aseguraron que el arma que terminó con la vida de Alcaraz era un revolver calibre 38 largo y platinado. “Los conozco, porque antes me vendían droga en el barrio. Uno es rubio con rulos y el otro es un gordito morocho. Los dos tienen 30 años”, dijo.

En su testimonio, “Rodolfito” sostuvo que vio al micro -tras el asesinato- siendo manejado por otro chofer, y no por un vecino como reveló el principal testigo de la causa, doblando por la esquina. “Volví a mi casa, tomé el celular de mi mamá y entré al Facebook. El lunes me fui a trabajar, porque soy pintor”, agregó más tarde.

Según sus dichos, su patrón, una persona de nombre Luciano y apodada "Lucho", le mostró que había una foto en redes sociales, donde aparecía él y mi amigo, El Viejo, donde los culpaban por el asesinato del chofer. “En la comisaría me sacaron fotos, las cuales después salieron por televisión”, cerró. En su descargo, señaló que lo golpearon estando detenido.

 

Por esta misma razón, su abogada pidió el apartamiento de la policía de Buenos Aires, razón por la cual ahora trabaja la Gendarmería Nacional en el caso. En las últimas horas, se dio a conocer un video en el que se lo puede ver a Acevedo -uno de los detenidos- confesando ser el responsable del asesinato de Alcaraz, mientras es golpeado y humillado.

Según pudo saber BigBang, el video se filmó en la comisaría segunda de Ramos Mejía. Lo grabaron los propios presos que estaban en la misma celda que Acevedo. El teléfono con el que se grabó fue secuestrado durante una requisa del calabozo. El proceso ya se judicializó y se le dio intervención a Asuntos Internos, e interviene en la causa la UFI 5 de La Matanza.

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