19 Junio de 2016 14:17
Ibar Sebastián Pérez Corradi se esfumó de los radares de la Justicia en mayo de 2012, siete meses antes de que el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes lo condenara a prisión perpetua por la autoría intelectual del triple crimen de General Rodríguez. La ruta de su fuga lo llevó a Ciudad del Este, en donde conoció a María Gladys Delgado Brítez, una joven paraguaya que pocos meses después se convertiría en la madre de su tercer hijo.
María Gladys y Pérez Corradi llevan cuatro años juntos y tienen dos hijos.
Pérez Corradi había dejado en el país a su primera mujer, Liliana Raquel Aurehhulio, y sus tres hijos mayores: Alexia (7), Draco (10) e Ibar (12). Todos viven hoy en una casona ubicada en la localidad de Don Torcuato y, según Aurehhulio, perdieron todo tipo de contacto con el condenado el mismo día de su desaparición.
Liliana Raquel Aurehhulio, la primera mujer de Pérez Corradi, dice que no tiene contacto con él.
Su primera parada habría sido el country San Diego, uno de los más grandes de zona Oeste en el que vive, por ejemplo, el empresario supermercadista Alfredo Coto. De allí, su huida lo llevó a Ciudad del Este (Paraguay), a sólo diez kilómetros de la triple frontera con la Argentina y Brasil.
El ingreso al country San Diego de zona Oeste en el que habría pasado sus primeros días prófugo.
En el país vecino adoptó dos nuevas identidades: Walter Miguel Ortega Molinas y José Luis Fernández. Según trascendió, los más cercanos comenzaron pronto a llamarlo “José Luis”. Pocas semanas después de su desembarco en la ciudad, Ibar Sebastián conoció a María Gladys, una voluptuosa joven local quien pocos meses después dio a luz a una beba.
La pareja se habría instalado en un departamento ubicado en el barrio Catedral de Ciudad del Este.
Por ese entonces y según consigna la prensa paraguaya, la pareja vivía en un coqueto departamento ubicado sobre la avenida céntrica Rafael Franco, casi esquina Curupayty, en el barrio Catedral. La torre, Car I, es una de las más lujosas de la ciudad.
El nacimiento tuvo lugar en una clínica privada y María Gladys anotó a la beba en el registro civil como hija de madre soltera. Tres años más tarde, en septiembre de 2015, la familia se mudó al centro de Asunción.
La nueva casona, ubicada sobre la calle Ybytyruzú, se encontraba a pocos metros del exclusivo Club Internacional de Tenis. Pese a que las murallas altas los resguardaban de las miradas curiosas, la familia debió volver a trasladarse en febrero de este año, tras el nacimiento de su segundo hijo.
La fachada de la casona en la que habrían vivido hasta febrero en Asunción.
El bebé nació con problemas de salud y debió ser sometido a un tratamiento médico en la ciudad brasileña Foz do Iguaçu, pero Pérez Corradi no los siguió. El prófugo prefirió permanecer en suelo paraguayo y realizar visitas esporádicas a su familia, que se instaló en el departamento céntrico en el que finalmente fue detenido esta mañana.
Tras la captura de su pareja, María Gladys armó las valijas y viajó de nuevo a Asunción junto a sus dos hijos para seguir de cerca la detención.
