El juicio por el homicidio de Fernando Pastorizzo sigue adelante. Esta mañana, durante la primera parte de la audiencia, tuvo lugar uno de los testimonios más esperados por ambas partes: el de Sol Martínez, quien era una de las mejores amigas de Nahir Galarza al momento del crimen y la protagonista de uno de los episodios en los que la defensa de la joven de 19 años se basa para sostener la hipótesis de la violencia de género.
“¿Usted es amiga de Nahir Galarza?”, indagó uno de los abogados. “Era”, respondió ella sin titubear. Aquella madrugada del 29 de diciembre en el que Nahir acribilló de dos disparos a Fernando lo cambió todo. “Éramos amigas desde chicas, después hicimos el secundario juntas”, reconoció, aunque aclaró de modo contundente: “No tengo relación con ella”.
Sol Martínez: "Éramos amigas"
Sol y Nahir se conocieron durante la infancia. Luego, hicieron el secundario completo juntas. Después de recibirse, Sol se instaló en Concepción del Uruguay para continuar con sus estudios universitarios, aunque regresaba seguido a Gualeguaychú y siempre se veían. Aquel viernes,estaba en la ciudad; estaba de vacaciones y había vuelto para pasar las fiestas.
La noche de Navidad, sólo cuatro días antes del homicidio, Sol y Nahir fueron juntas a bailar al boliche bikini. Durante “la previa”, sus amigas notaron que Nahir tenía lastimada la pierna y los brazos. “Me pegó Fernando”, dijo la estudiante de abogacía, pero no quiso dar mayores detalles de lo sucedido.
La noche siguió en el boliche Bikini, ubicado en la costanera y a sólo dos cuadras de la casa familiar de los Galarza. Según el testimonio de Sol, Nahir se había encontrado con Nahuel, uno de los tres chicos con los que salía. Fernando los vio dándose un beso y la increpó. “Estaban discutiendo y me metí para sacarlos”, reconoció la joven.
Nahir, hace dos días, en Tribunales: hoy no quiso ir a la audiencia.
Acorde a su relato, Nahir lo había agarrado de los brazos a Fernando y él de los hombros. Sol intervino de inmediato. “No le pegués nunca más a una mujer”, le espetó. Fernando, según ella, la tomó de los brazos y no la dejaba ir. “En ese momento le di una trompada en el ojo derecho”, confesó. Pero Nando no respondió el ataque. “Se puso a llorar, me dijo que él nunca le había pegado a una mujer y que no lo haría porque había vivido episodios de violencia de chico”, sumó.
A muy pocos metros se encontraba presente el padre de la víctima, Gustavo. “Violencia de chico”, escuchó y no pudo disimular su cara de sorpresa. “Fernando lloraba y gritaba, decía que jamás le había pegado a una mujer”, reforzó Sol, pese a que la expectativa de la defensa de Nahir era capitalizar el episodio en el boliche para darle forma al escenario de violencia de género.
Hasta ese día, Sol jamás le había visto un golpe a Nahir. Tampoco le había dicho si sufría algún tipo de hostigamiento por parte de Fernando. “Él era celoso y la llamaba cuando salíamos, eso sí”, reconoció, aunque titubeó mucho a la hora de ponerle un rótulo al vínculo que mantenían víctima y victimario. Una definición clave para sostener uno de los agravantes de la imputación.
“Ellos empezaron a verse cuando ella tenía 15 años. Estuvieron tres años, tres años y medio yendo y viniendo”, aportó Sol. “No sé si era el novio formal, pero era el único al que llevaba a la casa”, sumó, al tiempo que confirmó que Fernando había viajado a Brasil durante unas vacaciones junto a los Galarza.
Nahir, inquieta, en el juicio.
Hasta ahora, todos los testimonios coinciden en algo: Nando, como le decían sus amigos, era un “pibe tranqui” y “tímido”. Sol reforzó el perfil. “No lo conocía mucho, porque era muy tímido. No éramos de salir tampoco. Sí nos veíamos en los boliches, él siempre estaba con su grupo de amigos”.
Ese mismo grupo de amigos fue al que Sol denunció en enero. Y es que uno de los amigos de Fernando la increpó por redes sociales y le cuestionó que la haya ido a visitar a Nahir al hospital, lugar en el que pasó su primera noche tras confesar el homicidio. Sol le respondió que ella no había ido y que nadie sabía cómo eran las cosas. ¿El motivo? Tras el crimen, los amigos de Fernando recordaron el violento episodio de Navidad; aunque según la víctima todo sucedió de otra manera.
Según los audios enviados por el propio Fernando en la mañana del 25, Nahir y otra amiga lo llevaron hasta el local contiguo de la casa de la asesina (que tiene conexión directa con la edificación familiar) y le propiciaron una feroz paliza. Sol reconoció haberle dado una piña en el boliche, pero negó haber ido a lo de Nahir.
“Los dejé solos discutiendo y me fui. De hecho, se puede ver por las cámaras de seguridad que no me fui con Nahir”, aportó. Si hubo otra amiga implicada, sólo Fernando lo sabe. Hasta ahora, todos los ojos estaban puestos en Sol.
Las conversaciones por WhatsApp que mantuvieron al día siguiente fueron objeto probatorio en el juicio. A continuación, el diálogo completo y las observaciones que aportó Sol en su declaración testimonial.
Nahir: “Boluda, te voy a matar”.
Sol: “¿Qué pasó?”.
Nahir: “¿Viste que vos le pegaste una piña en el boliche y lo hiciste llorar? Bueno, después salió del boliche y se fue para mi casa. Me rompió la cabeza y se fue. Y le contó a los amigos en el boliche, porque uno me agarró y me dijo: 'Le pegaste a Fernando'. Y yo le expliqué la situación”.
Sol: “¿Te pegó de nuevo?”. (Aclaración: “Porque anteriormente nos había contado que le había pegado”).
Nahir no respondió la pregunta. “Estaba enojado porque lo hiciste llorar. Y le dijo al amigo que yo y Sol Martínez le pegamos”, esquiva la asesina. La conversación siguió, pero no aportó ningún dato significativo a la causa.
Nahir y Sol ya no son inseparables.
En su declaración, Sol confirmó que Nahir sabía cómo manejar armas. Además, reveló que, si bien mantenía “encuentros casuales” con Fernando y que era él a quien llevaba a la casa, la rubia también mantenía encuentros con otros hombres. En octubre, sólo dos meses antes del homicidio, Nahir les contó a sus amigas que tenía un atraso y que, en caso de estar embarazada, era de un chico identificado como Joaquín.
Ese nombre, al igual que el de Rafael, ya figuraban en la causa. Fue la propia Nahir quien los mencionó en su última declaración. Allí, reconoció que se “había hablado” con Joaquín, a quien, según ella, Fernando ve en la esquina de la casa de los Galarza la noche del asesinato. Además, aseguró haberle dicho a su víctima que estaba saliendo con Rafael, el mismo con el que se había besado en el boliche.
Los vínculos se tornaron centrales durante la audiencia. No por el ataque sexista de si Nahir mantenía encuentros sexuales diversos, sino porque su defensa busca con esto desestimar el agravante del vínculo que mantenía con Fernando. Y, aunque Sol también reveló que la asesina “salía” con un profesor de su universidad, la joven fue categórica a la hora de no desestimar la relación con Fernando; algo que complicó la situación procesal de Nahir.
Así, una de las cartas fuertes de los abogados de la joven cantó un sorpresivo truco en medio de su declaración. Nahir no estuvo presente durante la audiencia; se excusó el día anterior. Sus abogados explicaron que las dos primeras jornadas la habían “angustiado mucho” y, así, se quedó en la celda de tres por tres en la que permanece detenida desde el 31 de diciembre, luego de confesar el crimen y entregar el arma homicida.