24 Julio de 2023 16:45
Cuando parecía que el caso de Fernando Báez Sosa podría haber dejado una enseñanza sobre el hecho cotidiano de actuar con violencia, resulta que otra vez se torna todo lo contrario y nuevamente la costa Argentina se hace protagonista por una golpiza en las inmediaciones de un boliche. En la madrugada del domingo, el personal de seguridad del lugar les dio una golpiza a dos personas que se encontraban haciendo la fila para ingresar y lo que pudo haber sido una tragedia y homicidio, culminó -por suerte- siendo un hecho repudiable.
El sábado por la noche un joven y su padre, de identidad reservada, asistieron al establecimiento bailable llamado “Tom Jones” y se llevaron una de las peores noches de su vida. Cuando quisieron ingresar al lugar, de tal gente que había, comenzaron a empujarse, a generarse disturbios y todo culminó con los patovicas del boliche accionando con mucha violencia.
Según pudieron mostrar las imágenes que se viralizaron por las personas que se encargaron de filmar desde la vereda de enfrente, los dos hombres comenzaron a correr pero rápidamente fueron agarrados por los patovicas que los atacaron a golpes de puño y patadas aun cuando ya se encontraban en el piso.
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Una vez que las dos víctimas quedaron tendidas en el suelo sin respuesta alguna, los empleados regresaron a su puesto de trabajo como si nada hubiese ocurrido y con la esperanza de que la noche continúe sin pensar en cuánto daño produjeron y que podrían haber terminado con la vida de los dos por la cantidad de golpes y la fuerza de cada uno.Aun así, con las imágenes y los videos publicados la Municipalidad de Necochea tomó la decisión de clausurar de manera preventiva el boliche sin saber hasta cuándo permanecerá cerrado. "Se repudia enérgicamente la brutal agresión física ejercida por patovicas en perjuicio de un grupo de personas en las afueras del boliche 'Tom Jones'", indicaron desde el Ejecutivo municipal.
Asimismo, desde Tom Jones realizaron un comunicado repudiando los hechos y aclarando que todos los patovicas que formaron parte de la golpiza quedaron desvinculados del lugar y a la vez, cargaron videos en los cuales se ve cómo empiezan los disturbios en el ingreso por la cantidad de gente que había, lo cual desencadenó -y no justifica- la ira de los empleados.
"Queremos expresar nuestro repudio total y absoluto a las situaciones de violencia ocurridas durante esta madrugada, originadas en la puerta de nuestro establecimiento. Comenzaron con un grupo de personas que accionaron sobrepasando el vallado de ingreso, arrojando objetos y rompiendo la puerta de acceso principal; situación que duró más de 40 minutos, con agresiones al resto de las personas, poniendo en peligro la vida de las mismas, que, también, se encontraban en la vía pública”, escribieron.
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“El desencadenante terminó con los hechos ya conocidos, que lamentamos profundamente y ofrecemos las disculpas correspondientes, reafirmando que consideramos inadmisible la violencia y por eso han sido desvinculados los responsables. Aun entendiendo lo difícil que es a veces preservar la seguridad de todos en la nocturnidad, debemos transformarnos en verdaderos preventores y pacificadores de conflictos", concluyeron.Sin embargo, Zulma, la esposa de uno de los damnificados, en diálogo con TN comentó que su pareja y su hijo se encontraban en la puerta a la espera de ingresar y que no generaron ningún disturbio aunque ligaron la golpiza igual. “Mi marido quedó inconsciente y a mi hijo lo agarraron entre cuatro”, contó.
“Mi marido tiene la cara desfigurada. Tiene los dos ojos cerrados, tiene muchas hematomas, golpes en la cara, en el cuello y una patada en el pecho y las costillas. Perdió el conocimiento con los golpes pero de lo que se acuerda me contó que estaban esperando para entrar en un tumulto y que había varios que estaban haciendo disturbios porque el boliche estaba desbordado”, explicó.
“A mi hijo, que estaba parado, lo manotearon entre cuatro y le pegaron. Mi marido y mi hijo no tenían nada que ver con los disturbios que estaban pasando. Mi esposo fue a pedirle que no le pegaran más a mi hijo porque lo tenían entre cuatro y ahí es donde le pegan a él y lo tiran al suelo. Cuando se quiso a levantar, le dieron un codazo en la cabeza y lo volvieron a tirar”, aseguró.
“No había policías en el lugar, pero cuando llamaron y llegaron le preguntaron cómo estaba. Mi marido les preguntó si podían actuar sobre lo sucedido y la Policía le dijo que no podían hacer nada sobre eso, que sólo podían llamar a una ambulancia pero tampoco la llamaron. Ya hicimos la denuncia y todo lo correspondiente”, cerró.
