El sacerdote condenado por abuso sexual de menores en 2009, Julio César Grassi, solicitó la libertad condicional luego de haber cumplido más de la mitad de la condena en prisión. El imputado fue condenado a 15 años de cárcel, los jueces tendrán que determinar si cumplirá el último tramo de la pena en libertad.
El pedido lo presentó su abogado frente al Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Morón. Sin embargo, el abogado defensor de la víctima, Juan Pablo Gallego, en diálogo con TN, explicó: “Todavía no fuimos notificados de la solicitud de la defensa. En cuyo caso, vamos a presentar nuestra oposición porque creemos que no están dadas las condiciones para que salga en libertad ante el hecho gravísimo por el cual fue condenado”.
El cura, de 67 años, se encuentra detenido en la Unidad Nº 41 de Campana y hace cuatro meses se recibió de abogado. Fue condenado tras ser encontrado culpable de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores en el caso 'Gabriel' a fines de 2996 en la Fundación Felices los Niños, donde él estaba a cargo.
Fue declarado culpable en dos casos de abuso a un mejor de edad y, aunque recibió una pena de 15 años, fue absuelto de otros 15 delitos que atentaban contra la integridad sexual porque no se habían presentado pruebas suficientes.
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Con respecto al pedido de libertad condicional, está en manos de los jueces determinar si continúa preso hasta el 2028 o se le otorga el derecho solicitado. Para esto, tendrán en cuenta las calificaciones de conducta y concepto en la Unidad Penitenciaria y sus antecedentes. También si participó de actividades laborales, culturales y ocupacionales en la prisión.
La condena del padre Grassi
En noviembre de 2000 fue denunciado por medio de una carta anónima sobre diversos casos de abuso contra menores que se encontraban en la Fundación que tenía a su cargo. Dos años más tarde, en el programa Con los chicos, no, en Telenoche, se dio a conocer lo que sucedió cuando algunos testimonios de trabajadores delataron lo ocurrido a cinco menores de entre 11 a 17 años.
Una de las principales confesiones fue el de 'Gabriel', nombre ficticio que se le otorgó para proteger su identidad, quien relató que cuando tenía 15 años fue forzado a mantener relaciones sexuales con el sacerdote.
El psiquiatra a cargo de atender a las víctimas, Enrique Stola, afirmó que “fue un antes y un después no solo en las denuncias contra la Iglesia, sino también en los abusos que ocurren a nivel intrafamiliar. Se empezó a hablar en toda la sociedad del abuso sexual de las infancias”.
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A pesar que Grassi desmintió los dichos en su contra, se dio a la fuga, hasta que en 2009 fue condenado. Sin embargo, el cura se encontraba con libertad vigilada hasta que en 2013 se dictaminó la sentencia.En el proceso de la pena, los querellantes delataron que el sacerdote tenía contactos en el mundo político y empresarial que atrasaban la condena. “Grassi manejaba los medios, él era famoso y muy poderoso, tenía como 30 abogados. Siempre se intentó frenar la causa, tuvo un apoyo descomunal, balearon a testigos clave, casi secuestran a una víctima y le cortaron un dedo a otro”, afirmó Gallego. “La justicia de Morón también intentó ayudarlo, pero el nivel de prueba que presentamos hizo imposible no condenarlo”.