23 Febrero de 2024 09:14
El brutal asesinato de Eugenia Villarruel dejó conmocionada a toda la ciudad La Carlota, cabecera del departamento cordobés de Juárez Celman. La joven tenía 48 años, un hijo de 18 y trabajaba como instructora de varias disciplinas físicas en un gimnasio ubicado en avenida San Martín al 400. Fue en una de las clases de zumba que vio entrar a su padre, Teodoro Villarruel, con quien mantuvo una feroz discusión que terminó con el hombre de de 75 años matándola de un certero disparo.
Daniel Miralles, fiscal de Río Cuarto y a cargo interinamente de la Fiscalía local, aseguró que "había mucho dinero y muchos negocios de por medio" entre ellos. De acuerdo con el funcionario, el agresor era un conocido prestamista de la zona y remarcó que la víctima había comenzado a seguir los mismos pasos que su padre. De todas formas, remarcó que la relación entre padre e hija no era la mejor y que, incluso, Teodoro la había "echar violentamente de la casa a la mamá de ella".
En diálogo FM Mas La Carlota, Miralles destacó también que existían dos denuncias por agresiones y violencia contra el hombre de 75 años. La primera consta del 7 de julio de 2020, cuando Eugenia lo acusó de atacarla físicamente en el gimnasio. Por este hecho, sobre Teodoro cayó una perimetral por 180 días. La segunda le pertenece a la madre de la víctima, quien tuvo que ser internada en estado de shock al enterarse de lo que había ocurrido y lo había denunciado en 2022 tras el divorcio.
Todo ocurrió el miércoles, cerca de las 21.20, en un local de fitness llamado "Acuario" y ubicado sobre la avenida San Martín al 400: un testigo vio a Teodoro ingresar al lugar una vez que Eugenia terminó de dar sus clases de zumba. En cuestión de segundos, se escucharon gritos y varias detonaciones. Por esta razón, se dio aviso al 911 e inmediatamente policías llegaron al lugar, ingresaron al gimnasio y se toparon con un escalofriante escenario.
El primero en ser hallado fue el agresor, quien yacía en el suelo sin vida. Pocos metros después encontraron asesinada a su hija. Ambos presentaban un disparo hecho por un revólver calibre.22, hallado en el lugar de los hechos. Para el fiscal Miralles, Teodoro mató a su hija de por lo menos un disparo y luego se quitó la vida. Los cuerpos de fueron trasladados a la morgue del Hospital San Antonio de Padua, en la ciudad de Río Cuarto, para realizar las autopsias correspondientes.
El fiscal aseguró que "no se descarta ninguna línea de investigación" y que ya comenzó a tomarle testimonio al entorno de la familia. Entre las hipótesis que maneja por estas horas el funcionario se encuentra la posibilidad de que Teodoro haya discutido y atacado a su hija por cuestiones directamente vinculadas al aspecto económico. Según el medio local Puntal, el hombre estaba aparentemente disgustado con la nueva pareja de su hija, con quien no tenía una buena relación. Otra versión apunta a que el distanciamiento y la mala relación entre padre e hija se había originado años atrás, debido al divorcio de Teodoro con la madre de Eugenia.