Stella Maris Ramírez tiene 26 años y, según la denuncia de su familia, desapareció el último 2 de agosto de su casa del barrio Granja 8, en la pequeña ciudad de Lima, partido de Zárate. La denuncia fue hecha 11 días después cuando su familia, que vive en la provincia de Chaco, donde Ramírez es oriunda, se enteró por amigos y vecinos que no tenían rastros de ella.
A raíz de la investigación, la policía encontró rastros de sangre en la casa la joven y por "presunto femicidio" fue detenido su marido, Carlos Entivero.
En la casa de Ramírez los pesquisas hallaron mediante el reactivo luminol rastros de sangre en la pared de una habitación, en la parte trasera de una camioneta y en el lavarropas y se tomaron muestras para ser analizadas con el fin de determinar si pertenecen a Ramírez.
Al ser detenido, el hombre se negó a declarar en la indagatoria ante el fiscal Gutiérrez. La madre de Ramírez, María Estela, contó que su yerno es un hombre "violento" y que sabía que su hija era maltratada. Según la mujer, Entivero es oriundo de San Roque, provincia de Corrientes, y desde hace seis años vive en Lima con su hija, con quien tiene una niña de 5.
María Estela contó que él no le permitía visitar a su hija y que por eso recién se enteró de la desaparición cuando amigas y vecinas de se contactaron con la familia por Facebook preocupadas porque desde hacía días no sabían nada de ella. "No tenemos rastros, no sabemos nada. El marido está detenido”, detalló la mujer, visiblemente angustiada.
Además, María Estela advirtió que llamativamente el día de la desaparición de su hija la madre del marido viajó desde Corrientes a Lima, en lo que sospecha fue para ayudarlo a deshacerse de evidencias. A raíz de esta información, Amelia Itatí Lezcano (53), la madre del detenido, fue detenida en San Roque y se investiga su grado de participación en el hecho.
Según relataron los vecinos a la policía, el día que vieron a Stella Maris por última vez escucharon una discusión y golpes entre la pareja, mientras que en los días posteriores advirtieron que el marido cambió cosas de lugar en la casa y prendió fuego otras, dijo la madre de la joven.
También contó que la ropa con la que fue vista su hija la última vez fue hallada lavada y guardada en una bolsa en su casa, Finalmente, María Estela dijo que en poder de su yerno secuestraron cuatro armas de fuego. "Esta persona es violenta (...) Mi hija llevaba a su nena al jardín con moretones en la cara o el brazo”, explicó.
Y sumó: “Él es agresivo, violento, porta armas, tiene causas, consume drogas". Lo cierto es que en las últimas horas se halló el cuerpo decapitado de una mujer flotando en el río Paraná y los investigadores sospechan que se trata de Stella Maris Ramírez. El hallazgo del cadáver ocurrió alrededor de las 14, a tres kilómetros de la orilla del Club de Pesca.
Fuentes de la investigación informaron que unos pescadores observaron la presencia de un cuerpo sin cráneo que estaba enganchado en unos juncos, por lo que avisaron a personal de la Prefectura Naval Argentina (PNA).
Los efectivos trabajaron esta tarde con una lancha de la fuerza para retirar el cuerpo del río y al lograrlo observaron que el mismo también presentaba un largo y profundo corte longitudinal en la zona del abdomen. Según las fuentes, el cadáver será llevado a la morgue judicial de Zárate, donde los médicos forenses realizarán la autopsia correspondiente para determinar la data y la causa de la muerte y procurar identificarlo.
Los mismos voceros también señalaron que el cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición y presentaba una "saponificación cadavérica" debido a que evidentemente estuvo en el agua durante varios días y eso posibilitó que flotara con facilidad.
Ese proceso, que en la práctica interrumpió la descomposición de los restos, puede ayudar al médico forense a determinar las causas de la muerte. La saponificación, que aparece en cadáveres sumergidos en el agua, consiste en el cambio químico que presenta la grasa corporal al convertirse, por hidrólisis, en un compuesto céreo similar al jabón.
Además, con los datos obtenidos a simple vista, los investigadores sospechan que a la mujer la quisieron quemar, le cortaron la cabeza y le abrieron la panza para que se hundiera, dijeron las fuentes. "Posiblemente la persona que arrojó el cuerpo lo hizo en una tosquera ubicada a unos kilómetros y fue bajando hasta que finalmente apareció en este lugar", señalaron.