21 Noviembre de 2018 12:29
El ex fiscal y ex represor en la Esma, Oscar Hermelo, apareció muerto de un tiro en la boca en un auto Toyota estacionado en la Costanera. Hermelo llevaba encima documentación jurídica y una credencial del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. La causa está caratulada como "suicidio": el arma estaba en su regazo cuando lo encontraron. El auto estaba encendido.
Así se anunciaba el escrache, cuando descubrieron que era un represor
Durante la dictadura, entre 1976 y 1977, el abogado Hermelo -hijo de un juez del mismo nombre, también de siniestro papel durante la dictadura- trabajó en la Dirección de Talleres de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Allí, según declararon varios testigos ante la Conadep, se ocupaba de vender los bienes saqueados a las personas secuestradas. Algunos de los autos eran vendidos: otros eran puestos a disposición de los represores para futuros secuestros. Hermelo estaba a las órdenes del represor Adolfo Scilingo, condenado por los vuelos de la muerte y preso en España.
Hermelo (deecha) en la Esma: su lugar en el mundo.
A través del libro El vuelo, donde Scilingo le contó su historia al periodista Horacio Verbitsky, se conocieron su nombre y su historia. Scilingo premió a Hermelo con una maqueta de un auto por su ayuda a la Marina. Él había dicho que su trabajo consistía en pagar sueldos y liquidar impuestos, pero tanto el testimonio de los detenidos como el del propio Scilingo lo desmintieron,.
En diciembre de 2009, el juez federal Sergio Torres lo procesó por los delitos de "aplicación de tormentos" y "privación ilegal de la libertad" de 432 personas. Torres lo acusó de proveer los vehículos para los secuestros. El fiscal Alejandro Alagia consideró probada su actuación. En septiembre de 2010, a partir de una denuncia de Juan Cabandié, Hermelo dejó su cargo en la Justicia.