El miércoles al mediodía una empleada de limpieza del hotel alojamiento R8, ubicado en Tres de Febrero, encontró dentro de una de las habitaciones el cuerpo sin vida de una mujer que era clienta habitual. Normalmente, Giselle Daiana Fasanella se presentaba en el lugar acompañada de su pareja, y justamente con él llegó también el martes a la noche, aunque luego el sujeto se escapó por la ventana de la habitación, lo que lo convierte en el principal sospechoso de un eventual crimen, porque aún no está claro que ocurrió.

Debido a que Brian está prófugo, la policía ya ordenó su captura, porque además se confirmó que tenía puesta una "pulsera electrónica de control de agresor", que usualmente se usa en los casos de denuncia por violencia de género, la cual se sacó luego de irse del hotel.

A pesar de que todavía hay muchas incógnitas, los primeros resultados de la autopsia realizada en el cuerpo de la joven de 27 años confirmaron que la causa de muerte fue un “estrangulamiento a lazo”, por lo que se investiga si la ahorcaron con una cinta que pendía del ventilador de la habitación o fue parte de un juego sexual.

En detalle, una fuente judicial explicó a Télam que, de acuerdo al informe preliminar que recibió la fiscal Marcela Costa, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de San Martín, la causa de muerte fue un “paro cardiorrespiratorio traumático” por “asfixia” con un mecanismo de muerte de “estrangulamiento a lazo”.

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Atenta a este dato, la fiscal puso especial interés en una cinta que quedó colgada en el ventilador de la habitación y que podría ser compatible con el lazo con el que estrangularon a Fasanella. De este modo, el elemento fue secuestrado por la Policía Científica y se ordenaron peritajes para ver si su ancho coincide con el del surco de ahorcadura.

Además de la data de la muerte, los médicos también le informaron a la fiscal que hallaron lesiones en el recto “compatibles con acceso carnal”, por lo que se secuestraron otros objetos de interés presentes en la habitación para intentar hallar huelas digitales y ADN del hombre que estuvo con la víctima.

Entre las cosas que los investigadores hallaron en la habitación del hotel, había botellas de vino, latas de energizantes y cerveza, una caja de lencería erótica, un paquete de cigarrillos, colillas en un cenicero y la bandeja con el desayuno intacto que incluía dos cafés con leche, dos vasos de jugo de naranja y cuatro medialuna de grasa.

Gracias a las declaraciones de una empleada del hotel, ubicado entre las calles Ituzaingó y ruta 8, se pudo confirmar que la víctima se presentaba cada 15 días o una vez por semana con su novio, y que justamente fue con él con quien ingresó el martes a la noche, antes de que se cometiera el supuesto asesinato.

Por esto mismo, ahora la policía está abocada a encontrar al acompañante de Fasanella, quien se escapó por la ventana de la habitación, a una hora que todavía no se pudo determinar. El hecho se descubrió justamente porque el turno de la pareja había terminado, y a pesar de que les golpeaban la puerta, nadie salía, por lo que una empleada se acercó hasta el lugar para ver qué había sucedido.

Por lo que se pudo establecer hasta el momento, Fasanella convivía con Brian, un joven que tiene varias denuncias previas y que incluso el día que fue al hotel llevaba puesta una "pulsera electrónica de control de agresor", la cual se usa en causas vinculadas a violencia de género. Como el sospechoso se sacó la tobillera, el dispositivo alertó a las autoridades, por lo que se emitió una orden de captura.

A pesar de que una de las hipótesis de trabajo abarca la posibilidad de que el hecho se trate de un femicidio, tampoco se descarta que la muerte de la víctima se haya producido en medio de un arriesgado juego sexual, algo que en ocasiones terminal mal cuando los implicados no pueden manejar la situación.