Pablo Baqué, el abogado de la joven de 18 años que denunció haber sido drogada y violada en una entrevista laboral aseguró que "hay más víctimas" del acusado de 35 años, quien se dedica a la venta de uniformes médicos en el barrio porteño de Once.

"Tenemos las lesiones realmente comprobadas, lesiones muy graves, que dejan secuelas, mas allá de los golpes y heridas", agregó solicitando la detención del abusador. "Por lo tanto creemos que está mal la carátula de abuso simple, en la medida que hubo acceso carnal, que es uno de los agravantes que pone el código".

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El hecho sucedió el sábado cerca de las 15.20 cuando la víctima fue citada a una entrevista laboral previamente coordinada vía Facebook, en un local ubicado en Paso 693.

Allí el acusado, quien dijo llamarse Santiago -aunque luego se determinó que su verdadero nombre es Humberto Garzón Martínez- le ofreció a la joven tomar gaseosa, agua e incluso vodka.

"Me pareció aún más extraño cuando veo que le pasa el candado a las persianas, cierra todo con llave e inmediatamente le mando un mensaje a mi mamá porque tenía miedo y veo que estaba cerrando todo", expresó la víctima en diálogo con el canal TVV Noticias. En ese chat también señaló que sospechaba haber sido drogada por el dueño del lugar, ya que se sentía mareada. 

El ingreso de clientas interrumpió momentáneamente la acción y cuando se retiraron, la víctima bebió un vaso de agua ofrecido por el victimario y comenzó a sentir las manos adormecidas. 

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En ese instante llamó a su hermana pero se vio súbitamente imposibilitada de emitir palabra. "Vi que la llamada estaba corriendo pero ya no le pude hablar, ni decir absolutamente nada porque sentí que me dormí", relató.

La hermana avisó a su madre quien a su vez avisó a la policía. Al llegar al lugar, los agentes hallaron a la víctima inconsciente y semidesnuda. El dueño del negocio fue detenido y liberado horas después. 

Modus operandi

Según explicó Baqué, al parecer el abusador tenía como modus operandi publicar búsquedas laborales en grupos de inmigrantes provenientes de Venezuela, país del que también es originaria la damnificada.

"Tenemos la información que hubo otras personas que asistieron a estas entrevistas a los que les ha propuesto salidas y otras cosas", agregó. "En principio, por ahora no hubo denuncias, estamos tratando de recolectar esa información y estamos pidiendo que si hay más víctimas se acerquen e involucrarlos a la causa".

De acuerdo al abogado, la joven está "encerrada en su casa cuando el violador está libre" y atemorizada porque "más allá de las lesiones, el miedo de salir, el violador tiene el domicilio de la victima, todos los datos personales y el teléfono de la madre".