Hugo Tomei, abogado defensor de los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero del 2020 a la salida del boliche “Le Brique” de Villa Gesell, expondrá a partir del mediodía sus fundamentos en la segunda jornada de alegatos, luego de que la fiscalía y el particular damnificado pidieran la pena de prisión "perpetua" para todos los acusados.
Mientras tanto, se espera que al finalizar los alegatos los ocho rugbiers digan sus “últimas palabras” al igual que Graciela y Silvino, los padres del joven estudiante de abogacía asesinado. A partir de las 12, en la sala de audiencias del primer piso del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, el abogado defensor Hugo Tomei dará a conocer su alegato.
La estrategia de Tomei esbozada durante el debate oral se basó en demostrar que el crimen del joven estudiante de abogacía fue en el contexto de una pelea, por lo que sus lineamientos podrían apuntar hacia un "homicidio en riña o agresión", que según el artículo 95 del Código Penal prevé una pena de entre 2 y 6 años de prisión.
El miércoles, durante más de 12 horas, los fiscales Gustavo García y Juan Manuel Dávila, y los abogados del particular damnificado, Fernando Burlando, Fabián Améndola y Facundo Améndola, dieron sus argumentos y pidieron que Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) sean condenados a prisión perpetua.
Por esta razón, después del alegato de la defensa, se les otorgará el derecho a sus “últimas palabras” a los imputados. Las denominadas "últimas palabras" son una garantía prevista en el artículo 368 del Código Procesal Penal bonaerense, que establece que, como último acto, el presidente o la presidenta del tribunal "preguntará a la persona imputada, bajo sanción de nulidad, si tiene algo que manifestar" y luego "cerrará el debate".
En los casos de Viollaz, Benicelli y Comelli, será además la posibilidad de decir algo por primera vez desde que el juicio se puso en marcha el último 2 de enero, ya que son los únicos tres acusados que no rompieron su silencio durante las 13 jornadas de testimonios. Como familiares de la víctima, también estarán en condiciones de decir unas últimas palabras los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa.
Pero esto dependerá de Burlando y los Améndola, ya que son los abogados los que deben pedirle al Tribunal que los padres de la víctima declaren en calidad de particular damnificado. Fuentes cercanas a la acusación particular indicaron que ambos padres tienen intención de hacer uso de ese derecho, y en caso de que la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, lo permita.
¿En bloque o los quiebra? Los alegatos de Tomei y la declaración de los 8 rugbiers
En la primera jornada de alegatos, tanto el Ministerio Público Fiscal y los abogados de la familia Báez Sosa coincidieron en pedir la prisión perpetua para los ocho acusados al considerarlos coautores del delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" en concurso ideal con las "lesiones leves" por la golpiza a los amigos de la víctima.En su alegato, Dávila aseguró que los ocho imputados son "coautores" del homicidio porque tuvieron "el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito". De esta manera, el fiscal ratificó la acusación que postuló al comenzar el juicio el 2 de este mes, al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen del joven estudiante de abogacía.
Al igual que en las audiencias anteriores, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, estuvieron presentes durante toda la jornada que continuó por la tarde con los alegatos de sus abogados Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola. Burlando adhirió al pedido de la fiscalía, sostuvo que "todos" los imputados tuvieron la "voluntad de matar" y planearon una "cacería humana", mientras que la víctima fue "fusilada a golpes y patadas".