A principios de enero, la Justicia de Santa Fe dictó la prisión preventiva efectiva para Hugo Víctor Aguirre, de 57 años, acusado e imputado por haber abusado sexualmente de su hija durante 23 años bajo amenazas de muerte en Arequito. Tras una audiencia hecha en la sede de Fiscalía de Casilda, el hombre fue acusado por "abuso sexual, amenazas, corrupción de menores y tenencia de arma", contra su propia hija.
En aquella oportunidad, la jueza de primera instancia, Mariel Minetti, le había dictado la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley (dos años) entendiendo que existía "peligro de fuga y la posibilidad de entorpecer la investigación". Por su parte y tras la denuncia de la víctima, el fiscal Juan Pablo Baños, sostuvo que "al hombre se le imputan múltiples delitos de abuso sexual, de los cuales, la denunciante dice que tuvo cuatro hijos".
Natalí, la hija de Aguirre, denunció que su padre había abusado de ella durante los últimos años el lunes 6 de enero, luego de que el sábado 4 del mismo mes sufriera el último abuso sexual de parte de su progenitor. "Además, hubo un último abuso que fue el sábado pasado que también fue denunciado en esta audiencia", había explicado meses atrás el fiscal Baños ante los medios. .
Según consta en la causa, los abusos comenzaron cuando la víctima tenía 8 años con manoseos y a los 9 ya la había obligado a tener relaciones sexuales con penetración. En aquella oportunidad, Aguirre la subió al asiento del ciclomotor, la llevó a un pajonal en el cruce de una ruta no muy lejos de su casa en Arequito. Allí la arrojó al suelo y la violó mientras la amenazaba si es que se animaba a contarle algo a su madre.
En la denuncia, Natalí dejó asentado que su padre utilizaba un arma con la que la amenazaba de muerte para someterla psicológicamente y que no lo denunciara. Producto de esas violaciones, la joven que actualmente tiene 33 años, tuvo cuatro hijos. Su primer embarazo fue a los 13 años y sus hijos -que fueron sometidos a examantes de ADN- tienen actualmente 19, 17, 13 y 11.
Dichas pruebas confirmaron los abusos: casi 11 meses después, los estudios de ADN realizados en el Instituto Médico Legal de Rosario y ordenados por el fiscal Baños confirmaron “en un 99,9 por ciento” que los cuatro hijos son del hombre de 57 años de profesión albañil. Actualmente la víctima se encuentra recibiendo asistencia y fue evaluada por una psicóloga que corroboró la coherencia del relato y descartó rasgos de delirio.
Esto último reforzó su denuncia que, sumado a las pruebas de ADN, podrían significar que Aguirre deba enfrentar una pena de hasta 35 años de prisión por "abuso sexual, amenazas, corrupción de menores y tenencia de arma" agravado por el vínculo. Por ahora, resta saber el resultado del último hisopado que se le practicó a Natalí para comprobar la existencia de una última violación cometida por su padre dos días antes de presentar la denuncia.