La violencia no tiene límites y la perversión de algunos delincuentes estremece hasta lo impensado. Una abuela de 92 años fue brutalmente asaltada en su propia casa en Munro por una banda que, tras someterla a golpes y amenazas, se burló de su dolor tomándose una selfie con ella como un "trofeo" de su acción delictiva. El caso, que generó conmoción y repudio, tuvo lugar en Munro, mientras que según informaron en la señal A24, los malhechores serían de la localidad bonaerense de Boulogne.
Los delincuentes, entre los que se encontraban tres menores de edad, fueron identificados gracias a su propia imprudencia: subieron la imagen de la cruel humillación a sus redes sociales, lo que permitió a las autoridades dar con ellos. Tras un operativo policial, que incluyó varios allanamientos, fueron arrestados. El mayor de edad quedó preso y procesado. "Dos de los acusados del asalto a la abuela con la selfie como ´trofeo´ tienen 16 y 17 años", informó Mauro Szeta.
El periodista especialista en policiales usó su cuenta de X para dar más detalles de la causa: "El asalto y otro perpetrado por la misma banda fueron en Munro. El fiscal Alejandro Guevara le dictó la prisión preventiva al mayor de edad". El violento episodio ocurrió en plena noche cuando la banda irrumpió en la vivienda de la víctima. Con una brutalidad despiadada, la golpearon, maniataron y le exigieron sus ahorros, joyas y dólares. Desesperada, la anciana intentó explicarles que no tenía lo que buscaban, pero los delincuentes, lejos de apiadarse, se mofaron de su sufrimiento y, en un acto de sadismo, posaron con ella para una foto.
La imagen, decorada con el tema Roller Coaster de Paskman, difundida por ellos mismos en redes sociales, terminó siendo su condena: las autoridades rastrearon las publicaciones y lograron identificarlos y capturarlos. El horror vivido por esta abuela no es un hecho aislado. En City Bell, otra mujer de 92 años sufrió una situación similar cuando un grupo de delincuentes irrumpió en su casa y la redujo junto a su cuidadora. Durante dos interminables horas, los ladrones saquearon el hogar en busca de objetos de valor. Aunque en este caso no se reportaron agresiones físicas, la anciana y su asistente quedaron en estado de shock.
Mientras tanto, en el sur del conurbano bonaerense, un crimen atroz sacudió a la comunidad: Teresa Martínez, de 92 años, fue encontrada sin vida en su domicilio. La jubilada fue hallada atada en su dormitorio, y aunque a simple vista no presentaba lesiones externas, las autoridades investigan si su muerte fue producto del terror que experimentó en los últimos momentos de su vida. La policía ya trabaja en la identificación de los responsables de este homicidio en ocasión de robo. Estos episodios reflejan una preocupante realidad: la inseguridad se ha convertido en un flagelo implacable, y las víctimas más vulnerables, como los adultos mayores, son blanco fácil de bandas sin escrúpulos. Mientras las investigaciones continúan, las familias afectadas solo pueden exigir justicia y esperar que los responsables paguen por sus atrocidades.