04 Abril de 2024 11:10
Un hombre con un arma en su mano, amenazando y atacando a una mujer, es una historia que se repite -lamentablemente- a diario. Sin ir más lejos, el miércoles por la tarde ocurrió un hecho de estas características: un Policía de la Ciudad hirió de tres disparos a su pareja, que se encontraba embarazada de siete meses.
Julio Torres, que prestaba servicios en la comisaría Comunal 1 A, se encontraba en el domicilio que compartía con su pareja, Eliana Yslas, ubicado en Merlo, entre las calles Terrero y Belén del barrio Rivadavia, cuando ambos comenzaron a discutir a los gritos. La violenta secuencia derivó en insultos hasta que el hombre tomó el revólver y le disparó tres veces a la víctima con claras intenciones de matarla. Al verla en el suelo cubierta de sangre, el oficial se disparó.
De acuerdo con las autoridades, el agresor murió poco después de ingresar al Hospital Héroes de Malvinas, donde ambos fueron trasladados de urgencia luego de que el hermano de Torres diera aviso al 911. Según trascendió, el hermano del agresor oyó los gritos y los tres disparos que resonaron en el barrio Rivadavia.
Cuando la Policía llegó al lugar, se topó con la horrible secuencia: Yslas baleada, luchando por su vida, y al costado de ella Torres, quien tras el intento de femicidio decidió suicidarse, aunque hasta ese momento todavía seguía con signos vitales. La víctima permanece internada, en grave estado,
Femicidio e intento de femicidio en 48 horas
En la misma localidad, 24 horas antes, también había sucedido un femicidio: Matías Alejandro Guiñazú asesinó de a 25 apuñaladas a Soledad Ibañez, quien era su ex novia. El hecho ocurrió en el domicilio de la víctima, ubicado sobre la calle José Martí altura 500 y fueron los vecinos quienes se dieron cuenta de lo que estaba pasando por lo que lograron dar aviso rápidamente a la Policía para que se hiciera presente.
Los oficiales ingresaron a la vivienda y se encontraron con Guiñazú, salpicado con sangre de la víctima y en sus manos nada más y nada menos que el cuerpo de Ibañez, quien había sido asesinada hacía segundos atrás. En la mano derecha del asesino, un cuchillo de gran medida que utilizó para realizar el crimen y con el que después amenazó con quitarse la vida.