17 Marzo de 2020 15:28
El olor era nauseabundo, provenía desde un contenedor de basura ubicado en la esquina de Cerrito y Mitre, pleno centro de la localidad bonaerense de San Martín. Esta situación puso en alerta a los vecinos, los cuales no dudaron en llamar al 911: la policía llegó rápidamente al lugar y al abrir el basurero descubrieron algo más que desperdicios y restos de comida.
Dentro del contenedor los efectivos encontraron el cadáver quemado y golpeado de Alejandro Delfino, un hombre de 39 años que trabaja en el rubro gastronómico que vive a 10 cuadras de ese lugar. El cuerpo sin vida tenía la espalda completamente quemada, estaba descalzo y en su pie derecho llevaba un tatuaje con el nombre "Martha".
Por el hecho fueron identificados y detenidos Ariel Sebastián Zampolini (32) y su pareja Pamela Melina Godoy (31), ambos domiciliados en Yapeyú al 2000 de San Martín, a pocos metros de la esquina donde fue hallado el volquete con el cadáver de Delfino.
Si bien en una declaración espontánea ante la policía -que no tiene validez legal-, los sospechosos dijeron que la víctima se mató en forma accidental al caer de una escalera mientras consumían cocaína y que ellos se asustaron y lo colocaron en un volquete, el fiscal de la causa decidió dejarlos aprehendidos por “homicidio”.
“Si fue un accidente, suena muy extraño que lo metan en un volquete y lo prendan fuego. No son compatibles las lesiones que tenía la víctima con lo que cuentan los detenidos”, dijo un investigador policial.
La autopsia, realizada por los médicos de la Policía Científica de San Martín, determinó que la causa probable de muerte fue un “edema agudo de pulmón” y que presentaba además una serie de golpes y un “traumatismo de cráneo”, aunque no de la entidad para causarle la muerte.
La data de muerte era de 24 a 48 horas antes del hallazgo y las livideces cadavéricas -manchas moradas que se visualizan en los cadáveres cuando la sangre se acumula-, indican que la víctima permaneció unas horas recostado sobre su costado derecho y luego lo colocaron en el volquete en otra posición y apoyado sobre su izquierda.
El fiscal indagará a los imputados para ver si repiten ya en sede judicial la versión del accidente -sin validez-, que dieron ante la policía o si dan otra explicación, aunque también podrían negarse a declarar.
El hallazgo se produjo el lunes al mediodía, en la esquina de Cerrito y Mitre, en el centro de dicha localidad del noroeste del conurbano, luego de que un vecino de la zona advirtiera un fuerte olor y la presencia de un cuerpo tapado con residuos dentro del contenedor plástico de color verde-
Según las fuentes, tras recibir el alerta, personal de la comisaría 1era. de San Martín se trasladó hasta el lugar y constató que se trataba del cadáver de Delfino, que estaba descalzo y que en su pie derecho tenía un tatuaje con el nombre "Martha". El cuerpo también tenía una remera desgarrada y un pantalón oscuro y a simple vista presentaba quemaduras en la espalda, un traumatismo en el hombro izquierdo y lesiones a la altura de la nuca, señalaron los primeros informantes.
Una fuente de la pesquisa aclaró que Delfino “sufrió un fuerte golpe en el cráneo”, pero que eso no sería suficiente para costarle la vida. De acuerdo a unas imágenes aportadas por un vecino que grabó el momento en que los peritos policiales retiraron el cadáver del contenedor, la víctima es un hombre calvo y con barba.
Al requisar la ropa del fallecido, los pesquisas hallaron un documento de identidad del hombre de 39 años, domiciliado en San Martín, a unas 10 cuadras de donde fue encontrado sin vida y quien trabajaba como empleado en el rubro gastronómico. Las fuentes señalaron que los médicos que revisaron el cadáver estimaron que la muerte se produjo con una anterioridad no mayor a las 24 horas y que la víctima no presentaba heridas compatibles con un arma de fuego.
La causa quedó a cargo del fiscal Favio Cardigonde, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de San Martín, quien solicitó el relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona y la toma de testimonios a otros vecinos del barrio para avanzar en el esclarecimiento de lo ocurrido.
El investigador consultado señaló que la principal hipótesis es que a la víctima la mataron a golpes en otro lugar y luego arrojaron su cuerpo dentro del contenedor, lo cubrieron con basura y quisieron prenderlo fuego, pero, al parecer, por falta de oxígeno el incendio no se propagó. El homicidio, según las fuentes, podría estar vinculado con un conflicto por la venta de cocaína en la denominada Villa N° 18, en la localidad bonaerense de Billinghurst.