11 Abril de 2025 11:26

Este 12 de abril no es un día más. Se cumple un año exacto de la madrugada en que Walter Armand, un trabajador de 36 años, perdió la vida tras ser embestido por un auto a toda velocidad en La Plata. Al volante iba Felicitas Alvite, más conocida como "la Toretto", apodo que hoy carga como una condena moral y social, incluso antes de ser juzgada penalmente. Hoy, Alvite sigue detenida, a la espera de una prisión domiciliaria que se dilata en tribunales. Su defensa insiste en que la joven sufre una "angustia profunda" y que "hubiese preferido ser la de la moto", una frase que resuena tan cruda como desafortunada.
La dijo su abogado, Flavio Gliemmo, en diálogo con Noticias Argentinas. en nombre de una chica que, asegura, "tiene valores" y que "tuvo el comportamiento debido" tras el siniestro. Pero nada parece suficiente cuando del otro lado hay una familia quebrada por la pérdida. Walter no volverá. Y su padre, su madre, su pareja e hijos no tienen opción de elegir entre la angustia o el consuelo. Eran las 3 de la madrugada del 12 de abril de 2023. En una avenida desierta, dos chicas corrían picadas. Una, Valentina Velásquez. La otra, Felicitas Alvite. En un instante, todo se quebró: Alvite pasó tres semáforos en rojo y embistió a Walter Armand.
El hombre en ese momento iba en moto rumbo a su trabajo. Murió en el acto. Las cámaras de seguridad confirmaron la velocidad, la imprudencia, la temeridad. Por eso, aunque al principio fue imputada por homicidio culposo, la causa dio un giro brutal: ahora Alvite enfrenta una posible condena por homicidio simple con dolo eventual, un delito que podría costarle hasta 25 años de prisión. "Alvite tiene un grado importante de angustia y de ansiedad", dijo Gliemmo y agregó: "Es una chica realmente con muchísimos valores, muy madura para su edad. Le tocó esta desgracia, porque es una desgracia, ya que falleció una persona".
Desde entonces, la discusión judicial gira en torno a si debe esperar el juicio en su casa o tras las rejas. En enero de este año, la Cámara de Casación Bonaerense anuló una decisión anterior y ordenó que se le concediera la prisión domiciliaria. Sin embargo, los abogados de la víctima apelaron, y hoy, otra vez, todo está en suspenso. "Es una demasía esta espera", dice su abogado, que asegura que la joven está destrozada emocionalmente y que el encierro carcelario es excesivo. "Ella llamó a la policía, a la ambulancia, se quedó en el lugar, se dirigió por sus propios medios a la comisaría y también al reconocimiento médico, tuvo el comportamiento debido", agregó.
De obtener el beneficio, Felicitas no solo volvería a su hogar, sino que ni siquiera sería monitoreada con tobillera electrónica. En diálogo con NA, el defensor intentó explicar el estado anímico de su defendida con una frase que despertó indignación: "Desde un principio me dice que hubiese preferido ser la de la moto. Imaginate cómo está". Pero ¿qué puede significar semejante afirmación para la familia de Walter Armand? ¿Es una expresión de arrepentimiento? Cuando se le consultó si Felicitas había intentado contactar a los padres de la víctima, Gliemmo fue tajante: "¿Qué le va a decir al papá de Walter? No tiene palabras".
Mientras la defensa insiste en que Alvite "tuvo la imprudencia de haber seguido a otra amiga que iba muchísimo más rápido que ella y pasar tres semáforos en rojo que provocaron esta catástrofe", del otro lado se remarca que nada de eso compensa la pérdida de una vida ni borra el contexto de una picada mortal. La discusión sobre si su encierro es justo o excesivo enfrenta a dos mundos: el del sufrimiento irreparable y el de la espera sin resolución. Con el fallo de Casación aún pendiente, el futuro inmediato de "la Toretto" pende de una firma. Si la Justicia avala su pedido, podría abandonar la cárcel en cuestión de días.