11 Mayo de 2016 12:29
Un ayudante mayor de la Prefectura Naval Argentina (PNA) fue asesinado de dos balazos en la cara por dos delincuentes que pretendieron robarle la camioneta cuando llevaba a su nieta de dos años a la casa de su hija, en la localidad bonaerense de General Pacheco, partido de Tigre.
Según las fuentes policiales los dos sospechosos del crimen del Prefecto habrían sido identificados y tendrían antecedentes penales.
El prefecto asesinado anoche tenía 60 años.
Se trata del ayudante mayor Rosario Toledo (60), quien recibió dos balazos en la cara, agonizó unos minutos y finalmente murió, ante la desesperación de su esposa, su hija y su yerno que presenciaron el episodio y esperaban la llegada de una ambulancia.
El hecho ocurrió cerca de las 20 de anoche frente a una casa en la calle 2 al 100, de General Pacheco, partido de Tigre, donde vive la hija del prefecto Toledo, llamada Erica.
Según relataron las fuentes policiales, el hombre llevaba, como todos los días junto a su esposa, a su nieta de dos años a la casa de su hija en su camioneta Ford EcoSport.
Toledo era uno de los encargados del Destacamento San Isidro de Prefectura Naval Argentina y había sido uno de los responsables de los operativos de búsqueda del hijo del ex diputado radical Federico Storani tras el choque de lanchas en el Delta de Tigre a principios de abril pasado.
El hombre, que estaba vestido con de civil al momento del hecho, observó que dos delincuentes que se movilizaban en una moto detuvieron su marcha delante de ellos y los amenazaron con fines de robo.
El frente de la vivienda donde asesinaron a Toledo.
Según las fuentes policiales, los delincuentes primero le robaron el teléfono celular al yerno de Toledo y, luego, apuntaron a su hija, quien tenía en brazos a la niña.
Al ver a su hija y a su nieta en peligro, el prefecto Toledo extrajo su arma reglamentaria y pretendió salir de la camioneta, pero el delincuente inmediatamente le disparó dos balazos que impactaron en la cara, ante la mirada de todos sus familiares.
Los ladrones huyeron del lugar sin concretar el robo en la moto en la que habían llegado, mientras que la vícitma quedó tirado en el piso en medio de un charco de sangre.
Los familiares de Toledo pidieron ayuda a los gritos a otros vecinos para que llamaran a la policía y a una ambulancia, pero cuando los médicos llegaron al lugar, el hombre ya estaba muerto.
Erica, la hija del prefecto asesinado, relató esta mañana a la prensa que su papá reaccionó cuando vio que uno de los delincuentes le apuntaba a ella, que tenía a su hija en brazos.
"Cuando veo lo que está pasando, yo agarro rápidamente a mi hija en brazos y me tiro para atrás y cuando hago ese movimiento la persona me apunta a mí y me dice que me quede quieta. Ahí es cuando mi papá reacciona", explicó.
Además, explicó que su padre "estaba en actividad y tenía su arma reglamentaria. Cuando abre la puerta de la camioneta, trata de salir y una de las dos personas le apunta y le pega dos tiros en la cara. Lo mató a quemarropa".
Erica aseguró también que los ladrones le alcanzaron a robar el celular a su marido, pero que luego lo arrojaron a media cuadra cuando se estaban escapando.
En tanto, la mujer denunció que cuando pretendió comunicarse con el teléfono de emergencias policiales 911 no la atendieron y que la ambulancia llegó al lugar 40 minutos después del hecho, cuando su padre ya estaba muerto.
Toledo tenía 60 años.
"Con mi hija logré entrar y llamé al 911. Todo el tiempo me atendía un contestador y no me respondía nadie, recién a los 20 minutos pude lograr comunicarme y pedir por la policía y una ambulancia. La ambulancia llegó 40 minutos después, cuando mi papá estaba tirado en el piso", señaló.
En tanto, algunos vecinos que observaron los hechos dieron detalles fisonómicos de los autores, por lo que los investigadores realizaron algunos allanamientos en busca de ellos, pero los resultados fueron, por el momento, negativos.
Fuentes de la investigación aseguraron que los dos delincuentes que participaron del crimen ya fueron identificados y que ambos cuentan con antecedentes penales y uno de ellos gozaba actualmente con salidas transitorias.
Es más, dijeron que los dos sospechosos participaron en octubre del 2011 de un asalto a una carnicería de Don Torcuato y una extensa persecución que quedó filmada por las cámaras de seguridad del municipio de Tigre.
Además, los pesquisas buscaban cámaras de seguridad que pudieran haber captado la fuga de los delincuentes.