Un curandero y su mujer fueron condenados a 19 y 20 años de prisión en Entre Ríos por abusar de dos niñas. Las niñas tenían una 9 y la otra 13 años cuando sucedieron los hechos, y son las hijas de la mujer, cuyas iniciales son A.E.R. (el nombre no se brinda para preservar a las menores).
El nombre del curandero es Juan Carlos Flores. Él fue condenado a 19 años de prisión luego de haber sido hallado autor y responsable de "abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal reiterados" contra la hermana mayor y "abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal reiterados" en perjuicio de la menor de las niñas. La madre fue condenada a 20 años por ser considerada "cómplice primaria".
La madre dijo que entregó a sus hijas al curandero porque "estaban rebeldes".
Los hechos ocurrieron en la localidad de Villa Paranacito. En el juicio pudo combrobarse que la la mujer llevaba a sus hijas al curandero, que era su pareja, para que fueran "curadas" de una supuesta "rebeldía". El siniestro "tratamiento" arrancó con manoseos y terminó con abusos sexuales.
Una trabajadora social descubrió los hechos cuando visitó a la familia y descubrió pastillas anticonceptivas. Con increíble naturalidad, la mujer le dijo que eran para que su hija no quedara embarazada.
La condena fue aplicada por el Tribunal de Justicia de Gualeguaychú, integrado por Arturo Exequiel Dumón, Alicia Vivian y Mariano Martínez. El tribunal entendió que los hechos están agravados "por la condición de ascendiente (de la madre) y por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente con menores de 18 años de edad, delitos que concurren materialmente entre sí".