"Mi hija está muerta, y este asesino va a quedar afuera entre nosotros. Es una persona que se escapó, que estuvo una semana prófugo, y ese agravante no se toma en cuenta. Dicen que lo dejan salir para que haga rehabilitación, pero la rehabilitación la puede hacer en la cárcel". La que habla es Marta Montero la madre de Lucía Pérez, que simplemente no puede creer que uno de los detenidos por el femicidio de su hija esté ahora en su casa, con arresto domiciliario.
Guillermo Pérez y Marta Montero, los padres de Lucía, siguen reclamando Justicia por su hija.
El juez de Garantías Gabriel Bombini dispuso que Alejandro Maciel, detenido por el encubrimiento agravado del crimen de la joven, se coloque una tobillera electrónica y se interne en la ONG “Vida Digna” para realizar un tratamiento. De acuerdo con la investigación, Maciel ayudó a Juan Pablo Offidani y Matías Farías a lavar el cuerpo de la joven asesinada y llevarlo a la unidad sanitaria de Playa Serena, para hacerlo pasar como una sobredosis.
Lucía fue asfixiada.
En diálogo con TN, la madre de Lucía adelantó que apelará la resolución del juez "para que no haya otra Lucía". Lucía Pérez tenía 16 años cuando fue asesinada el 8 de octubre de 2016. La fiscal María Isabel Sánchez estableció que fue drogada hasta que quedó en estado de indefensión absoluto y luego violada hasta su muerte. Luego, entre Farías, Offidani y Maciel lavaron su cadáver y la vistieron para llevarla a un centro de salud.
Ayer los familiares de Lucía organizaron una marcha por las calles de Mar del Plata para oponerse a este beneficio. Alegan no sólo que existe el peligro de que Maciel se profugue -ya lo hizo en otra oportunidad- sino que además su permanencia bajo arresto "domiciliario" (las comillas se utilizan porque no estará en su casa, sino en una comunidad terapeútica) es un peligro para terceros.