29 Septiembre de 2016 11:39
Con la causa casi paralizada, el abogado que representa a la familia de Lola Chomnalez -la adolescente asesinada en Uruguay en diciembre del 2014- solicitó que se le tomen muestras de ADN a 3.500 reclusos.
Lola tenía 15 años cuando fue asesinada, en diciembre del 2014.
De acuerdo a los publicado por el diario El País de Montevideo, el letrado Jorge Barrera presentó un escrito ante la Justicia Penal de Uruguay pidiéndole que ordene a la Policía Científica la extracción de ADN a todos los presos de la cárcel de Rocha y del COMCAR, la alcaidía más poblada del vecino país.
El COMCAR aloja a 3.400 reclusos, mientras que en el penal de Rocha hay 113, y el abogado de los Chomnalez sospecha que el femicida podría estar entre estos presos de la mano de otro delito.
"Creemos que ésta es una herramienta fundamental para esclarecer el crimen que no se puede obviar", sostiene el escrito presentado por Barrera justificando la extracción de ADN.
De todas formas, fuentes judiciales uruguayas advirtieron que la toma de muestras a los presos que recién ingresan a la cárcel se hace en forma irregular y, en el interior del país, ni siquiera se realiza.
Una causa sin salida
A casi dos años de la muerte de Lola, la única prueba que tiene la Justicia de Rocha es una muestra de ADN extraída a una de las prendas que se encontraban en su mochila.
El cuerpo de Chomnalez fue encontrado el 30 de diciembre del 2014, semienterrado en una playa entre los balnearios uruguayos de Valizas y Aguas Dulces, a tres kilómetros de la casa donde se hospedaba junto a la familia de su madrina. La adolescente, de 15 años, había estado desaparecida durante dos días.
Las pericias forenses concluyeron que Lola murió sofocada en la arena y sufrió varios cortes en el cuello con un cuchillo de mesa.
En el marco de la causa, 30 personas fueron ya investigadas por el Juzgado Penal de Rocha, incluyendo la madrina de Lola, su hijo adolescente y su marido; un pescador y su familia, y un carpintero que aseguró haber visto a Lola caminando por la playa acompañada por un hombre.
El dolor de la abuela
El domingo, mientras tanto, Beatriz Chomnalez -abuela de Lola y prestigiosa repostera- brindó una entrevista a la revista de La Nación repasando su vida y obra. Y, por supuesto, le dedicó parte de la charla a su nieta.
"Con Lola teníamos mucha relación, venía siempre a casa, era un ángel, además de ser tan agradecida por todo", recordó. "Tan bellísima persona que es muy difícil pasar este momento. Cuando se fue a la playa se llevó un libro de Cortázar. Me 'afanaba' los libros de la biblioteca y vivía en las librerías igual que cuando yo era joven".
Beatriz Chomnalez relató que Lola era una lectora apasionada.
Además, la mujer señaló no estar de acuerdo "para nada" con el desarrollo de la investigación alrededor del femicidio. "En un pueblo de 400 personas no pueden no haber encontrado al asesino. Es imposible", sentenció.
