Alegre, sensible y viajera. Así se mostraba en Facebook la nutricionista platense Florencia Butti, quien el jueves ahogó a su beba de 27 días de edad, Emilia.
Florencia Butti mató a su hija de dos meses ahogándola.
Con antecedentes psiquiátricos y un supuesto cuadro de depresión post-parto, la mujer ahogó a la niña, quien fue hallada por la policía con sus ropas mojadas y recostada sobre un cambiador. El pediatra que la atendía había sido llamado al hogar para intentar reanimarla.
De acuerdo a lo relatado a Diario Hoy por fuentes cercanas a la investigación, Butti le declaró al médico que la pequeña Emilia se había ahogado con leche, pero que la verdad salió a la luz cuando luego de las primeras maniobras de resucitación, comenzó a salir agua de la boca y nariz de la beba.
El edificio platense donde ocurrió la tragedia (Foto: Diario Hoy).
Fue allí cuando Florencia confesó haber sido la autora del crimen. La mujer dejó una carta de despedida e intentó quitarse la vida lanzándose desde el balcón pero su tía, quien reside en el mismo piso, la persuadió de no hacerlo.
"Peligro para sí mismo y para terceros"
Según aseguraron fuentes policiales, Butti estaba "como desconectada, no entendiendo del todo la situación" al momento de ser detenida. Además, trascendió que se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico y se le había recetado medicación.
Butti al momento de ser trasladada por la policía (Foto: El Día).
Luego de ser apresada, la mujer fue derivada al Hospital San Martín de La Plata para ser evaluada y actualmente está alojada en el instituto neuropsiquiátrico Melchor Romero.
Florencia Butti tiene 35 años y Emilia era su única hija.
Las primeras pericias sugieren que Butti sufrió un "cuadro psicótico agudo" al momento de cometer el crimen y que es "peligrosa para sí misma y para terceros". Por ahora, seguirá imputada de "homicidio calificado por el vínculo".
¿Qué es la depresión post-parto?
La depresión post-parto suele aparecer entre dos y cuatro días después de dar a luz y se recomienda buscar tratamiento especializado ante su surgimiento.
En este marco, sentimientos de tristeza y desesperanza extremas inundan a la madre, sumados a insomnio, pérdida de apetito, deseos suicidas y varios síntomas físicos como cansancio, cefaleas y molestias estomacales.