La historia de Ricardo Barreda siempre suma un nuevo capítulo sorprendente. El odontólogo que el 15 de noviembre de 1992 mató a escopetazos a su esposa, su suegra y sus dos hijas en La Plata sigue internado en el hospital de General Pacheco por un cuadro de demencia senil. Pero a los 79 años no está tan solo. Una joven que conoció en Tigre, donde vivía hasta que fue internado, quiere organizarle su cumpleaños.
Barreda junto a otra vecina que le tiene aprecio.
"Me encariñé con él. Con mi mamá lo visitamos todos los días y queremos organizarle el cumpleaños, que va a ser el 16 de junio. Está muy solo y necesita afecto. Ojalá se lo podamos hacer en casa, sino le vamos a traer una torta al hospital", dijo Yanina Robledo.
Barreda, en Tigre con otro vecino.
El peor momento de Barreda
Todo comenzó con un llamado a la solidaridad. Una mujer publicó en su muro de Facebook la foto de un abuelo en la sala de espera del Hospital de General Pacheco. Se mostró conmovida por la mirada de ese hombre que dijo llamarse
Alberto Navarro y condenó a su familia por dejarlo abandonado. Pero
a las pocas horas se supo que
Navarro
era ni más ni menos que
Ricardo Alberto Barreda
, el famoso
femicida
que el 15 de noviembre de 1992 mató en La Plata a su esposa, su suegra y sus dos hijas.
La mujer terminó por cambiar su posteo. Antes había dicho que "el abuelo necesita amor, su familia debería venir a buscarlo".
"Apareció en el hospital y dijo que no tenía dónde ir. Tenía un problema en la próstata.
Dijo que su familia lo había abandonado. Trató mal a una enfermera y quiso quedarse a dormir. Alguien le preguntó si era Barreda y dijo que se llamaba Alberto Navarro. Al rato se fue, apenas podía caminar, tenía los pantalones bajos", dijo a
BigBang una persona que fue testigo de la presencia del odontólogo en ese hospital.
El múltiple femicida junto a su última mujer, Berta, que murió el año pasado.
"Dijo que se llamaba Alberto Navarro, pero todos sabíamos que se trataba de Barreda
Insólito. Barreda, cuando reclamó en una marcha contra la inseguridad.
Barreda vivía en una pensión en Troncos del Talar, Tigre, donde fijó domicilio para la libertad condicional que le fue otorgada al borde de fin de año. Está cerca del hospital donde fue fotografiado. Lo llamativo es que la mujer que posteó la foto y el mensaje "conmovedor" nunca reparó que el "pobre abuelo con mirada tierna", al que su familia debería ir a buscar, fue el hombre que hace 24 años mató con frialdad a las mujeres de su familia.
Vive en General Pacheco. Foto: Diario Perfil.
A los 19 años, Barreda parece vivir el inexorable destino de una tragedia griega. Hace pocos días, la Justicia le dio la libertad definitiva. Pero el odontólogo que pasó a la fama de las páginas policiales se siente más preso que nunca.