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"Inventaron que soy un monstruo", dice el DJ acusado de violar y torturar a su novia

José Martínez Poch fue acusado por su ex, Vanessa Rial, de torturas y abusos. De ser encontrado culpable, recibiría una pena de 25 años de prisión.

03 Agosto de 2016 12:53
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El relato dramático de Vanessa Rial, de 40 años, estremece. Su ex pareja, el DJ platense Jorge Cristian Martínez Poch, 51, está acusado de haberla mantenido cautiva, de abusar sexualmente y torturarla. Sus hijas aseguran que también fueron violadas por su padre cuando eran menores.

“Estoy definitiva, rotunda y categóricamente condenado mediáticamente; un millón de palabras y una tonelada de papel me hicieron el peor tipo de la Argentina y yo aún no hablé. Inventaron que soy un monstruo", dijo Martínez Poch antes de entrar en los tribunales de La Plata donde se lo juzga.

El acusado la obligaba a tener relaciones en público y hasta a beber su orina. 

Sin embargo, el testimonio de Vanessa Rial, su ex, es contundente. Contó el calvario que vivió al lado del DJ platense, acusado de drogarla, torturarla y violarla. "Tengo miedo, quiero que le den la pena máxima, que es de 25 años", dijo Rial.

La psicóloga que atendió a las dos adolescentes cuando comenzó a investigarse el caso se sumó para brindar su visión. Tras la denuncia del abuso a sus hijas, Martínez terminó detenido y enfrenta el juicio oral. 

El DJ Jorge Martínez Poch, su ex pareja. 

Las -hoy- jóvenes mayores de edad, contaron cada situación de abuso y violación que padecieron, en una declaración que duró poco más de tres horas. Los detalles y descripciones son similares a los de una "larga pesadilla, que duró cerca de 8 años, desde que las niñas tenían entre 7 y 8, hasta que cumplieron 15 y 16”.

Pero este hecho no es aislado. Según los datos relevados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, seis de cada diez mujeres que denunciaron violencia de género fueron golpeadas, maltratadas, violadas y hasta asesinadas por su pareja, es decir, un 58%. En otra escala vincular de parentesco, llegan al 12%. 

Además, los números que transparentan esta problemática hablan sobre las denuncias registradas en 2015. Otro dato que arroja el informe es que el 54% de los imputados fueron varones mayores comprendidos en el rango etario de 19 a 40 años. El 28% de los imputados tenía entre 41 y 60 años. El 6% eran mayores de 60, mientras que el 6% tenía entre 16 y 18 años.

BÚSQUEDA DE JUSTICIA

La fiscal Florencia Budiño adelantó que intentará probar que Martínez Poch es autor responsable de “privación ilegal de la libertad doblemente agravada y abuso sexual con acceso carnal”, en perjuicio de la abogada Rial, y “corrupción de menores agravada y abuso sexual gravemente ultrajante”, en perjuicio de sus hijas.

La fiscal también explicó que ampliará la acusación enmarcando el caso como ”violencia de género”. Los abogados de las víctimas, en el rol de particular damnificado, los doctores Roberto Casorla Yalet, Julian Rimada y Martina Raffeto, adhirieron al planteo de la fiscal.

La abogada confesó todos los vejámenes a los que era sometida por Martínez Poch.

Por su parte el abogado defensor del imputado, el doctor Martín Cerolini, planteó que intentará demostrar la inocencia de su asistido.

Una fuente judicial aseguró que sus testimonios fueron “dramáticos”, y que contaron detalles de una “larga pesadilla, que duró cerca de 8 años, desde que las niñas tenían entre 7 y 8, hasta que cumplieron 15 y 16”. Además de lo denunciado por Vanessa Rial. Envuelta en llanto denunció que su novio la mantuvo cautiva casi dos meses en un departamento de La Plata aseguró que el hombre la obligaba a mantener relaciones sexuales con sus amigos y en público.  “Martínez me obligó a tener sexo oral con Pablo Rodríguez un amigo de él, en una casa, yo lloraba y él me golpeaba. Martínez disfrutaba la situación, se excitaba y se masturbaba. Me obligó a estar con animales y tener relaciones en público", recordó en medio del llanto.

Vanesa Rial, quebrada por el llanto durante su declaración en el juicio. 

La mujer precisó que el hombre le daba muchas pastillas, e incluso le aplicaba psicofármacos inyectables, y que también le daba ácido fólico, ya que lo obsesionaba la idea de tener un hijo con ella. 

El caso

La abogada que asegura haber estado cautiva de su novio en La Plata durante casi dos meses relató  que en una ocasión pudo escapar del departamento, pero el hombre luego la persiguió hasta encontrarla en un hotel de la localidad bonaerense de Cañuelas.

Al declarar en el juicio que se le sigue a Martínez Poch, Vanesa Rial recordó que el 6 de septiembre de 2013, ante una nueva paliza de su entonces pareja, una vecina del edificio, Patricia Costa, llamó a la Policía y permitió a los efectivos oir los gritos.

Fue entonces que los efectivos se presentaron en el departamento y la ayudaron a salir. Rial relató que denunció la violencia física sufrida, pero no se animó por vergüenza a contar las violaciones, y obtuvo una medida de restricción perimetral.

Posteriormente, se fue una semana a vivir a la localidad bonaerense de San Miguel del Monte y dijo que seis días después, caminaba por una calle de la localidad bonaerense de Cañuelas y fue interceptada por Martínez Poch, pero logró escapar, aunque días más tarde, al enterarse que él acosaba telefónicamente a su madre, lo llamó y, para calmarlo, le prometió que recompondrían la situación.

Martínez Poch insiste en que es inocente.

Agregó que su pareja se presentó en el hotel de Cañuelas en que estaba alojada y la convenció de que viajara con él a la ciudad bonaerense de Navarro, a ver una tía suya, tras lo cual la llevaría a La Plata. Según Vanessa, allí darían fin a la relación, ya que el hombre le dijo que se había dado cuenta que no era para él, ya que "era muy contestadora".

Sin embargo, una vez en La Plata, nuevamente la encerró en su departamento, la drogó y golpeó, siendo finalmente liberada por la Policía el 23 de septiembre de ese año, a instancias de Eduardo Rial, padre de la joven que había denunciado su desaparición.