18 Agosto de 2016 19:10
Una adolescente fue violada por un grupo de hombres que la secuestró tras salir de la escuela en la ciudad de Rosario y sus familiares denunciaron la posible intervención de policías en el hecho, informaron fuentes judiciales.
El secuestro y ataque sexual fueron perpetrados alrededor de las 18 de ayer en la zona de Maradona y Rouillon, sur de la ciudad, cuando la adolescente de 14 años salía de la escuela y se dirigía a la casa de su tía.
A raíz del secuestro y ataque sexual la adolescente permanecía internada en el Hospital de Niños "Víctor J. Vilela", y su directora, Viviana Esquivel, informó que la niña está "clínicamente bien".
Asimismo, aseguró que los médicos siguieron el "protocolo de psicoprofilaxis para casos de abusos", que incluye el tratamiento preventivo por enfermedades de transmisión sexual.
La abuela de la víctima precisó que su nieta fue interceptada por policías, quienes le requisaron la mochila alegando que buscaban drogas. La mujer dijo que su nieta siguió caminando y minutos después se le acercó un grupo de hombres que se movilizaba en un automóvil Fiat Duna con vidrios polarizados.
La mujer precisó que los hombres se llevaron a su nieta en el automóvil hasta "una casilla precaria", donde fue violada y golpeada. Una tía de la adolescente, de nombre Vanesa, dio más detalles del ataque sexual del que fue víctima su sobrina: dijo que acompañó a la niña a radicar la denuncia y sostuvo la hipótesis sobre la posible intervinieron de policías en el hecho.
La adolescente fue violada la salida de la escuela.
"Se la llevaron en el auto hasta un terreno descampado en la zona de Uriburu y Circunvalación. Ahí la metieron y uno de los hombres fue el que abusó de ella, la violó, la amenazó con un arma y dispararon al aire, le tiraron de los pelos y le dieron cachetazos diciéndole que si abría la boca la mataban", puntualizó.
La mujer dijo, en declaraciones a la prensa, que su sobrina fue liberada horas más tarde y afirmó que al llegar a su casa la adolescente "se largó a llorar y contó todo".
En tanto, la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual pidió datos de los GPS de los patrulleros, a fin de determinar qué móviles policiales se encontraban en la zona al momento del ataque y qué efectivos realizaron el chequeo de la mochila de la adolescente que fue violada.
La investigación que lleva adelante la fiscal Carla Cerliani, con la participación de la Policía de Investigaciones (PDI), determinó que el ataque sexual a la adolescente tiene puntos en común con denuncias anteriores que se tramitan esa dependencia y en las que se menciona a un hombre que se hace pasar policía.
"Hay puntos en común en donde posiblemente podíamos obtener la identidad del agresor", dijo la fiscal en declaraciones a la edición web del diario La Capital.
"Pudo saberse que el abusador eligió a sus víctimas por su condición social, la mayoría de extrema vulnerabilidad. La excusa para lograr que las jóvenes accedieran a subir a su auto era convencerlas de que se estaba llevando a cabo una investigación por drogas en las que las jóvenes estaban involucradas", agregó, pero aclaró que "a esta altura de la pesquisa no puede confirmar si todos los hechos fueron cometidos por un mismo autor".