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Joaquín Zuñiga, amigo de Lucas: "Escuchar a los imputados me deja un sabor amargo"

El joven de 19 años espera "la condena que se merece Lucas".

por Agustín López Paunero

11 Julio de 2023 11:56
Lucas-Gonzalez
Lucas-Gonzalez

Joaquín Zuñiga tenía 17 años aquella mañana del 17 de noviembre del 2021 cuando partió junto a sus amigos a la canchita de Cacho, predio lindante a la villa 21.24 en donde entranaba su equipo, Barracas Central. No imaginaba que, luego de la práctica, él y sus amigos serían atacados por una brigada de civil de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Mucho menos que pasaría la noche ilegalmente detenido y que, al salir, debería asistir al velorio de Lucas González, su amigo desde la infancia.

 

Acompañado por su padre Ricardo, Joaquín presenció las últimas palabras de cinco de los once imputados por el homicidio y encubrimiento del crimen. "Algunas de las cosas que dijeron fueron sin sentido. Otras, como lo que dijo Cuevas o Arévalos, me llegó y me generó un sabor amargo porque un poco es cierto, ¿no? Cosas que si se hubieran declarado antes, habrían permitido que más cosas salieran a la luz. La verdad es que fue muy duro", reconoció en diálogo con BigBang durante el cuarto intermedio previo a la lectura del veredicto.

"Seguramente el Tribunal va a dar una buena sentencia, porque son personas muy correctas y que trabajan muy bien. Estoy seguro de que (la condena) va a estar muy cerca de la que nosotros queremos, que es lo que Lucas se merece", anticipó.

La cronología del crimen, en primera persona: "Me dijeron que porque era villero me iban a pegar un tiro a mí también"

Después de recibir los disparos en el auto y ver a Lucas sangrando, Joa pidió ayuda para su amigo a los gritos y las dos policías que estaban presentes no respondieron. Luego fue esposado y aplastado contra las rejas de la plaza para ser tirado al piso boca abajo durante dos horas junto a Joaquín. Mientras tanto, Ricardo trataba de comunicarse con su hijo y le cortaban el teléfono que estaba en manos de la policía mientras estaban arreglando la escena. Un rato más tarde y con un amigo Peka se dirigía al hospital donde estaba internado Lucas.

El miércoles 17 de noviembre  de 2021 balearon el auto y Lucas recibió el disparo que ingresó por su nuca. El jueves fue llevado al Hospital el Cruce y falleció. Luego de realizada la autopsia y gracias a la donación de sus órganos se salvaron cuatro vidas. 

Marcelo D`Alessandro, el ex ministro de Seguridad y Justicia de CABA, hizo declaraciones sobre el asesinato de Lucas el 29 de marzo de 2022. Señaló que estaban muy tranquilos desde un principio porque se pudo determinar los responsables, para que la Justicia pudiera elevar a juicio la causa y así confirmar quien realizó el disparo. También elogió el control civil que hacían ellos de los uniformados y el sistema de transparencia que permitió tener geoposicionamiento, cámaras y celulares. Agregó que “lamentablemente se coló la política, se buscó una situación muy diferente y desde la fiscalía se tomaron medidas que no son correctas. Hay 14 policías llevados a juicio, intentaron invlucrar a más de 20. De estos 14 se van adeterminar los delincuante”. Y por último indicó que “tengo contacto constante. desde el primer día nos hemos puestp a disposicion. Es una situación muy compleja, hemos acompañado a Cinthia, nosotros no nos olvidamos, tenemos contacto”.

“No tuvimos ningún apoyo de CABA, es mentira lo que dijo”, cuenta Peka, papá de Lucas. Ahora cuando ve uno de uniforme se pone mal. Una hermana y varios amigos están en la fuerza. “Hace unos días mi hermana entró a casa, vestida con la ropa de tareas, bamboleándos de un lado a otro y con las cartucheras en el cinto haciendo ruido... la rajé. No quiero tenerlos cerca”, dic; pero explica que lo peor para él es no entender como una persona que vive a 15 cuadras de su casa, como algunos de los policías involucrados, les dicen villeros a los pibes. Si son del mismo barrio...

“Lucas llevaba el teléfono celular con la sube y un forro, me acuerdo de uno de color amarillo”, relata Peca. "Una vez Cinthia estaba acomodando la ropa del pibe y encontró una media con profilácticos dentro. Me dijo, “mirá lo que encontré” y yo le respondí que era lo más normal del mundo, si no quería que se repitiese la historia y Lucas fuese padre tan joven como ellos. Pero así y todo decidió sacarla y yo la puse en mi placard. Unos meses más tarde Cinthia estaba guardando mis pilchas en el ropero y “vuelve” a ver los preservativos. Me encaró con furia y me dijo de todo. No me dejaba hablar, hasta que paró de gritar y le pude recordar que eran de Lucas. Nos matamos de risa juntos, y la culpa era de Lucas”, finaliza Peca entre risas.

“Ese día no me lo olvido más por muchas razones. En el entrenamiento uno del equipo contrario me tiró un guadañazo y me dejó tirado en el piso. Lucas vino y se puso a mi lado encarando al otro y reprochándole el golpe que me había dado”, contó Joa.

-Joaquín, mientras la enfermera llevaba a Lucas al hospital a Julián y vos los tenían tirados en el piso, ¿cómo transcurrían esos momentos?

Estaba muy preocupado por la situación. No sabía que estaba pasando hasta que no llegó mi papá y pude saber lo que pasó. Me preocupaba que a Lucas no se lo llevaban. Lo pude ver en el auto y no llegaba la ambulancia, no llegaba el SAME. Como lo dijo la enfermera alguien gritó “nadie filma, nadie saca fotos”. Preguntaron si había domos, cámaras de seguridad y respondieron que no.

-¿Vos llegaste Ricardo y que viste?

Vi muchos policías pero muchos de verdad. Me preguntaron un número específico, pero llegué en un estado de nerviosismo que no pude contarlos. Le dije al abogado que me perdone porque no podía darle el numero, había muchos en varios lugares. Llego ahí y no sabía donde estaba mi hijo. El primer indicio que había algo raro me lo da un policía de civil que estaba frente a la plaza. Me dicen que se quisieron escapar de un retén policial. Me pareció extraño porque sabía con quien iba, no entendía porque se podían llegar a escapar. Le dije que no entendía lo que me decía, medio a los gritos. Lo puedo decir ahora, a un año y cinco meses. En ese momento la adrenalina de venir manejando de Quilmes hasta Iriarte y Velez Sarsfield fue una locura. Lo dije en el juicio, no sé cuantos semáforo en rojo pasé. Seguro fueron muchos. No sucedió una tragedia porque dios no quiso que lleve a nadie puesto grande, pero llegué muy rápido. Me preguntás a que hora llegué puedo decirlo estimativamente. Cuantos policías habías no sé. Vi a los dos nenes que estaban tirados en el piso. Fue una situación que no entendía nada. Le mandó un mensaje a mi mujer que le habíán pegado un tiro al amigo. Mientras manejaba lo llamaba y me cortaban, lo estaban manipulando ellos. No querían atenderme. Lo tendrían que haber guardado como prueba. Estaban preparando una escena. Pensaba que le habían robado el celular que se lo había comprado tres o cuatro días antes. La situación fue terrible.

-¿Quién les dijo que un policía lo había matado?

Ricardo: Cuando yo llego puedo pasar un cordón policial a los gritos. Un comisario, hoy se que es Roberto Inca, porque lo vi porque se hizo llevar por un chofer. Me acuerdo como estaba vestido y ayer en la declaración el chofer lo describe igual. Yo se con quien hablé. No quiero decir el nombre que estaba vestido con uniforme de Policía de la Ciudad. Ese tipo no me dejaba pasar y me decía que Joa estaba bien. Hasta que mi hijo no me diga que esta bien no me voy a quedar tranquilo. Pasé el cordón y seguí caminando. Y si se me hacía el loco lo revoleaba, era más bajito que yo. Le dije: “o me dejás pasar o me llevás preso. Yo hablo con mi hijo y te dejo tranquilo”. Cuando llego están tirados en el piso detrás de un cordón. Empecé a gritar que son menores, que les saquen las esposas. Al otro nene lo conozco (Julián) le digo, iban juntos al jardín desde los 5 años. Largalo, largalo le grito. Ese Comisario iba y venía, iba y venía y mandaba. En un momento se me ocurre llamarla a mi señora, porque se habían querido escapar de un retén familiar. Me dice quedate tranquilo, ya los atraparon. Atraparon a dos y a uno lo mataron y yo hacía cuentas... que entoncs ellos eran los ladrones. Me estaba describiendo lo que yo estaba viendo adelante mío. Entonces ellos son los ladrones les tiró la policía. Ahí me doy cuenta que era tal cual me lo imaginaba. Lo llamo al comisario, en la reconstrucción que lo nombro como el Bocha, porque era parecido a Bochini. Lo llamé y le dije te voy a hacer una pregunta, me gustaría que seas sincecro. Ponete una mano en el corazón. Mi hijo está ahí y le pegaron un tiro al compañero de él. Si no me queres decir la verdad n me la digas, pero me voy a enterar mañana o pasado. Ya va a salir a la luz. Me quedo mirando, ¿los que le tiraron son policías?. Y me ratifica: sí, le tiró la brigada.

-¿Y vos Peka dónde estabas?

Peka: Yo no sabía de nada, eran dos mundos aparte, me entero por boca a boca por un amigo en común y me lleva un amigo a casa estaba en la ART. En ese momento estaba mirando la televisión y le decía a Cinthia: “dejá de joder gorda que eran chorros, ya está, nada que ver con nuestra vida”. Ella se alarmó porque era el lugar específico de Barracas donde entrenaba Lucas. Me entero con un amigo, vengo hasta capital hago el trasbordo y viene Emanuel, que es un tío del corazón. Nos venimos hasta el hospital. Eran entre la una y media y las tres de la tarde.

Ricardo: El ratifica y me dice que lo mató la brigada. En ese momento se terminó el buen diálogo. Yo ahí ya me imaginé todo. En qué circusntancias le tiran, no tenía esa parte. Y entonces le acerqué agua, me dejaron pasar. Le pregunté a Joaquín que había pasado. El me responde “Papi, pasó esto, pasó esto”. Dije listo. Ya tengo la escena.

-Hay partes que no recuerdan por el estado de schok...

Joaquín: Ese día que estaba normal y preguntaba donde está Lucas. ¿Y los papás de Lucas ya saben?. Fui a la cancha y lo conocía de vista por ese amigo en común Ema. Sabía que le decían Peca. Trataba de que se comuniquen, de saber y nadie me decía nada. Yo estaba muy nervioso, fue de un segundo para otro y no se entendia porque estaba detenido.

-¿Les preguntaste algo a los policías, que respuestas tenías?

Joaquín: No, simplemente le atiné a pedir ayuda a las mujeres policías que estaban. Pasaron 5 minutos y se fue toda la policía.

-¿Pero cuándo te ponen las esposas?

Joaquín: Me pusieron contras las rejas, me esposaron y me tiraron contra el piso. Y les preguntaba que estaba pasando, que nos trataron de robar y que éramos jugadores. Insistían con lo mismo que eramos unos negros de mierda. Le preguntaron a Julián de donde era, me preguntaron a mí. Yo les dije que era de Varela y me dijeron que porque era un villero me iban a pegar un tiro en la cabeza a mí también.

-A esa persona la reconociste el día de la segunda audiencia. ¿Qué sentiste cn la persona que te dijo esas palabras?

Joaquín. Ese día pasaron muchas cosas fuertes. Me iba con una buena noticia (había sid elegido para jugar en Barracas Central) hasta que pasó eso y me destrozaron la vida en lo peor. Nunca nadie me trató tan mal como me trató esa persona y esa vez que lo vi ahí en la segunda audiencia fue para mí sacarme una mochila enorme porque me hizo pasar una tarde y una mañana horrible. Que me digan que me van a pegar un tiro a mí también, porque vivía en Varela, porque era villero. Ni siquiera sabe los valores que tenemos, de la clase de familia que tuvimos. Tanto Lucas como yo, Julián y Niven. Toda gente educada y del palo del fútbol que es lo más sano que existe. Por ser negro me iba a pegar un tiro en la canzea. Para mí verlo y poder reconocerlo ahí fue sacarme un peso de encima.

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