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JonBenet, la otra Maddie: el crimen familiar que todavía horroriza al mundo

Tenía seis años. La encontraron muerta hace 21 años en el sótano de su propia casa en Navidad. La trama que involucra a su hermano y a sus padres.

26 Febrero de 2017 09:17
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JonBenet Ramsey tenía seis años cuando la encontraron muerta en el sótano de su casa. La brutal y dudosa muerte de la pequeña reina de belleza conmocionó al mundo. Un oscuro cocktail de perversión y pistas plantadas hicieron que el asesinato se mantuviera vigente durante 21 años. La conexión con el “caso Maddie”: dos crímenes todavía impunes y el halo de sospecha sobre los padres de ambas nenas.

JonBenet tenía sólo seis años cuando la asesinaron en el sótano de su casa.

Los Ramsey eran la postal del sueño americano. Tenían todo lo a lo que aspira el estadounidense promedio. Dinero, poder y prestigio. El patriarca, John, era un exitoso empresario que había logrado una fortuna estimada en 6.4 millones de dólares. Su mujer, Patsy, una ex reina de belleza que se dedicaba por completo a la crianza de sus hijos: Burke y JonBenet.

La pequeña junto a su madre, Patsy, y su hermano mayor, Burke.

Tras el nacimiento de la pequeña, la familia dejó Michigan para instalarse en una lujosa casona de mil metros cuadrados en la pequeña ciudad de Boulder, Colorado. Buscaban tranquilidad y darles a sus hijos una infancia idílica. “Pensábamos que este era una pequeña porción del cielo en la Tierra”, contaba Patsy.

Su padre, John, fue señalado por los medios como el presunto autor del crimen.

Pero el idilio se convirtió en infierno la noche del miércoles 25 de diciembre de 1996. Como todos los años, los Ramsey comenzaron la mañana de Navidad con el mismo ritual. Prendieron las luces del árbol navideño y les dieron a sus hijos sus regalos. JonBenet recibió una muñeca y una bicicleta rosa. Desayunaron y el día transcurrió con normalidad.

La mansión de Colorado cercada por la Policía. Minutos antes habían encontrado el cuerpo de la pequeña.

Por la noche cenaron en la casa de unos amigos, pero volvieron temprano porque al día siguiente iban a viajar a Michigan para comenzar sus vacaciones familiares. “Llegamos a las nueve y media de la noche. JonBenet se había quedado dormida en el auto, así que la cargué en mis brazos y la dejé en su habitación”, relató John.

Mientras tanto, Patsy le preparó en la cocina un bowl de ananá con leche a su hijo mayor y siguió haciendo las valijas. “Subí y la desperté para que hiciera pis, porque todavía mojaba su cama. Después se recostó en la cama, apagué la luz y me fui a mi cuarto. Esa fue la última vez que vi a mi hija con vida”, sumó su madre, en una de sus primeras declaraciones judiciales. Lo que sucedió después sigue siendo, al día de hoy, un misterio.

La cuestionada versión de los padres de JonBenet

Batsy declaró haberse levantado temprano y bajado a la cocina. Al pie de la escalera caracol encontró una nota de rescate que advertía que su hija había sido secuestrada.

Sus gritos despertaron a John, quien bajó de inmediato. Subieron juntos y vieron que la cama de su hija estaba vacía. Chequearon el dormitorio de Burke para ver si estaba bien. Todavía dormía, según sus padres.

Llamaron al 911 y denunciaron el secuestro de su hija. “Sufrimos un secuestro. Apúrense, por favor. Dejaron una nota y nuestra hija está desaparecida. Tiene seis años y es rubia. No sé cuándo sucedió, acabo de encontrar la nota”, le dijo Patsy a la oficial que la atendió. Luego colgó el teléfono... o al menos eso fue lo que pensó.

 

Al momento de la llamada, tanto Burke, como sus padres, aseguraron que el nene de nueve años todavía dormía en su habitación. “Tengo sueño muy profundo”, se excusó el hermano de JonBenet en una de sus declaraciones.

El agente de turno tardó seis minutos en llegar a la casa. Los Ramsey habían invitado a dos matrimonios amigos. La Policía pidió refuerzos, cercó la casa y les solicitó que revisaran todo el interior. John y su amigo comenzaron por el sótano. Prendieron la luz y encontraron el cuerpo de la pequeña envuelto en una manta blanca.

“La cargué en mis brazos y subí al living. La dejé en el piso y le pregunté a la oficial si estaba muerta. Ella chequeó sus signos vitales y nos confirmó lo peor”, declaró John.

Los padres aseguraron que Burke estaba dormido al momento del llamado a la Policía.

Tardaron dos meses en declarar ante la Justicia. Antes, contrataron un abogado y dieron una entrevista al canal CNN para defenderse de los rumores que comenzaban a instalarse en los medios y los señalaban como los autores del asesinato.

Fueron absueltos en 2008 por “falta de pruebas”. Patsy jamás llegó a recibir la noticia, murió dos años antes por un cáncer de ovarios.

Las dudas de los investigadores y las hipótesis que se barajaron

John Ramsey tenía un patrimonio de 6.5 millones de dólares. Perdió su fortuna tras el crimen.

El accionar de los Ramsey llamó la atención de la Policía y de la opinión pública, todavía en shock luego de que se filtraran los videos de los concursos de belleza en los que se podía ver a una JonBenet con atuendos sensuales.

 

“Me parece repulsivo que la gente piense que expuse a mi hija a algo desagradable. Ella era una artista que entretenía a una audiencia cantando y bailando. Nada más”, se justificó de inmediato la madre, por entonces duramente cuestionada.

Los padres fueron duramente cuestionados por las fotos y videos sensuales de su hija.

John también sufrió embestidas mediáticas. Se lo acusó de haber violado a su hija y haberla matado para que no dijera nada. “Jamás abusé de mi hija. Jamás siquiera le pegué a mi hija. No la maté”, resistió durante una entrevista televisiva.

Su último show fue sólo cuatro días antes de que la asesinaran.

La negación de los Ramsey a colaborar con la investigación también despertó fuertes críticas y, por sobre todas las cosas, sospechas. “Nosotros colaboramos con la Policía hasta que nos dimos cuenta de que sólo estaban interesados en cerrar el caso diciendo que la habíamos matado nosotros”, se excusó John. “Usaban a los medios para poner en nuestra contra a la opinión pública”, sumó Patsy.

 

Aunque los investigadores los tenían entre ceja y ceja, ninguna prueba lograba situarlos en la escena del crimen. Su errático accionar era, hasta entonces, lo único que alimentaba la hipótesis de que, en realidad, la pequeña había sido asesinada por algún miembro de su familia. Incluso su hermano, que por entonces tenía sólo nueve años.

Las pesquisas de la investigación

Ninguno de los accesos a la casa había sido violentado.

La huella de un zapato que encontraron cerca de una de las ventanas del sótano era vieja.

El dormitorio de JonBenet no mostraba síntomas de forcejeo: la pequeña lo abandonó por voluntad propia o acompañada por alguien que conocía.

El dormitorio de la pequeña no presentaba signos de forcejeos.

Se encontró ADN masculino en la ropa interior de la pequeña. Diez años después, con el avance de la tecnología, se pudo determinar de que no había sido abusada y que el material encontrado era por la negligencia de la Policía de haber guardado la prueba sin usar guantes.

La autopsia reveló que la causa de muerte fue un fuerte golpe en la cabeza, pese a que apareció con el cuello atado y síntomas de haber sido estrangulada. Al momento de la asfixia, la pequeña ya estaba muerta.

Los nuevos investigadores creen que el objeto con el que golpearon a JonBenet fue esta linterna.

Se registraron dos marcas punzantes en su abdomen, ambas realizadas postmortem. Se especuló con que podrían haber sido causadas por una pistola inmovilizadora, pero luego se descubrió que coincidían con uno de los encastres del tren de su hermano.

Sólo se encontraron restos de ananá en el estómago de la pequeña. Indicio de que ya había digerido la cena y que, en algún momento de la madrugada, comió el mismo snack que Patsy le había preparado a su hermano.

El pedido de rescate y las pericias que complican a Patsy

La carta que, según los Ramsey, encontraron en la cocina de su casa.

El año pasado, con motivo del 20 aniversario del homicidio, la cadena CBS invirtió cerca de dos millones de dólares para reunir a un equipo interdisciplinario de expertos, muchos de los cuales fueron apartados de la investigación oficial, para “resolver el caso”.

El lingüista forense Jim Fitzgerald hizo un perfil del autor de la nota: complica a la madre de JonBenet.

Uno de los aportes significativos del programa fue el análisis del lingüista forense Jim Fitzgerald sobre la nota de rescate que Patsy aseguró haber encontrado en su escalera. A continuación, sus conclusiones:

“Cuando los investigadores me mostraron esta carta, me encontré con algunas frases que me sonaban familiares. Estábamos en los primeros días de Internet en donde era difícil buscar cosas específicas, así que alquilé las películas de las que creía reconocer esas líneas”.

“En la segunda página se puede leer: 'No intentes hacer crecer a tu cerebro'. Pertenece, aunque no lo crean, a la película Dirty Harry, que habla del secuestro de una nena. Cuando dice: 'Si te encontramos hablando con un perro extraviado, ella muere'. En la película se usó la misma frase, sólo que en vez de 'perro', utilizaron 'pekinés'”.

Los Ramsey eran amantes del cine: había afiches de películas en toda la casa.

“En el comienzo se puede leer: 'Si hablás con la Policía, la vamos a decapitar'. Por si no hubiera quedado claro, párrafos después insisten: 'Si hablás con autoridades bancarias, la matamos'. ¿Por qué todo el tiempo repite que la van a matar? Es un trabajo de venta”.

“La habilidad de escritura es alta. Las únicas faltas de ortografía se encuentran en el primer párrafo. La palabra 'Buisness' está escrita 'Buissness'. Es un error común en una persona que no habla inglés. La calidad de la escritura es alta, por lo que entiendo que fue un error hecho a propósito para aparentar ser un extranjero. Está claro que la lengua materna de quien lo escribió es el inglés”.

Muestra de la verdadera caligrafía de Patsy.

“La edad no es siempre fácil de determinar, pero no me cabe la menor duda de que lo escribió un adulto porque no hay indicaciones de lenguaje o escritura adolescente. Podría decir que se trata de alguien de treinta años o más”.

“El perfil lingüístico se completa con el sexo de quien la escribió y es, tal vez, lo más complejo del proceso. En este caso, encontré al menos seis ejemplos claros de 'lenguaje maternal'. El comienzo, con el 'escuchá atentamente'. Después se puede leer un 'cuando vuelvas a tu hogar', no dice 'casa' o 'residencia'”.

La llamada al 911 y lo que los Ramsey pensaron que nadie había escuchado

Patsy realizó el llamado a la Policía a las 5.54 de la mañana del jueves 26, después de encontrar, según su versión de los hechos, la nota de rescate en la cocina. Del otro lado de la línea se encontraba Kim Archuletta, quien le tomó los datos e intentó tranquilizarla. Se la escuchaba muy alterada. Según los Ramsey, Burke seguía durmiendo en su habitación.

Kim Archuletta fue quien recibió el llamado de ayuda de Patsy. "Siempre sospeché algo".

“Me di cuenta de inmediato que algo no estaba bien. Al principio se la escucha alterada y frenética, no podía ni responder a mis preguntas. Pero eso se detiene de inmediato. Hubo un cambio en su tono, que me hizo sentir que se estaba planteando internamente: 'Ok, llamamos a la Policía, ¿y ahora qué?'. Eso me llamó mucho la atención, por eso me quedé en línea y no colgué”.

El llamado se terminó de manera abrupta. Patsy pidió ayuda y colgó, pero la llamada no se cortó. En un primer momento, los investigadores no pudieron descifrar el diálogo que prosiguió al momento en el que la madre de JonBenet pensó que ya había colgado. “No podía escuchar bien, pero sonaba como si hubiera dos voces en la habitación. Tal vez tres”, precisó Archuletta.

Pero el avance tecnológico permitió el año pasado darle continuidad al audio y, una vez más, la familia quedó en una posición difícil.

El diálogo que los Ramsey quisieron ocultar

Patsy, a la Policía: “Por favor, apúrense”

Operadora: “Patsy, Patsy, Patsy, Patsy”

Patsy cree que colgó teléfono, pero la comunicación no se cortó.

John: “No vamos a hablar con vos ahora”

Patsy: “¿Qué hiciste? Ayudame, Jesús”

Burke: “¿Qué es lo que encontraron?”

El diálogo no sólo deja en jaque la coartada del hermano menor quien, según la familia, seguía durmiendo en su dormitorio; sino que también da lugar a una nueva hipótesis: ¿pudo haber sido él el asesino de JonBenet?

La escalera en la que Patsy aseguró haber encontrado la carta.

El cambio en el tono de Patsy se dio, según la interpretación de los especialistas, después de que Burke apareció en la cocina. “No vamos a hablar con vos ahora”, fue la frase que se le escuchó decir a su padre. Su madre, en shock, sumó: “¿Qué hiciste? Ayudame, Jesús”. ¿La reacción del pequeño de nueve años? “¿Qué es lo que encontraron?”.

Las pistas que complican a su hermano mayor

La nueva línea de investigación no oficial apunta ahora contra Burke, pese a que el caso ya fue cerrado y a que, de confirmarse su autoría material, era inimputable. La extensión de la llamada al 911 permite trazar una nueva hipótesis: ¿fue él quien la asesinó y el errático comportamiento de sus padres se debió a que intentaron proteger a su hijo?

Los Ramsey siempre protegieron a su hijo mayor.

El testimonio de la fotógrafa Judith Philips cobra relevancia: era una de las mejores amigas de Patsy al momento del brutal homicidio y conocía la dinámica de los Ramsey a la perfección. “Cuando Burke nació, era todo para sus papás. Lo cuidaban y maltrataban mucho. Pero cuando JonBenet llegó, especialmente cuando creció y comenzó con los concursos de belleza, dejaron de prestarle tanta atención a Burke”.

Patricia, amiga de Patsy, reveló que Burke tenía celos de su hermana y que la golpeaba.

“Él tenía un mal temperamento. Un año antes del asesinato, la había golpeado. Estaban jugando en el jardín y la golpeó en la cara con un palo de golf. Me di cuenta un día que le estaba sacando fotos a JonBenet y noté que tenía una cicatriz. Le pregunté a Patsy qué le había pasado y me dijo que Burke se había enojado y que le había pegado”, sumó.

La nueva línea de investigación sostiene que Burke golpeó a su hermana con la linterna.

Burke comió ananá con leche la noche del asesinato. Restos de la misma fruta se encontraron en el estómago de su hermana. Durante una de las reuniones que mantuvo un año después del crimen con uno de los investigadores, Burke se mostró muy alterado cuando le preguntaron sobre el snack. Cambió su posición, su actitud y negó haber comido esa noche, pese a que sus huellas se encontraron en el bowl.

“¿Sabés qué es esta foto?”, le preguntó el investigador y acercó una imagen forense del bowl que fue hallado en la cocina. “Es la mesa del comedor”, respondió, ya con un tono esquivo. “¿Me la podés describir?”, insistió. “Oh... es algo. Parece como si fuera fruta”, esquivó.

Especialistas analizaron la conducta que mantuvo durante las primeras sesiones de terapia a las que asistió semanas después del crimen. Concluyeron que no expresa sentimientos de tristeza por la muerte de su hermana y se sorprendieron al ver un video en el que se lo podía recrear físicamente el golpe letal que recibió JonBenet en la cabeza.

El pequeño se alteró cuando le mostraron la foto del bowl con ananá que comió la noche del crimen.

Dos marcas en el cuerpo de la pequeña no pudieron ser jamás explicadas por la autopsia. En un principio, se especuló con que podría haberse tratado de una pistola tranquilizadora utilizada para dejarla inconsciente. Recientes pesquisas aseguran que las marcas coinciden con la terminación de una pieza de la pista de tren de Burke, que se encontraba en el sótano en el que fue hallada muerta su hermana.

Amigos de la familia reconocen que Burke no se llevaba bien con su hermana y que tenía muchos celos de ella.

En su declaración, Burke aseguró que estaba dormido cuando sus padres encontraron la nota. La llamada al 911 confirma que no. Él mismo se lo reconoció en privado a uno de los investigadores, aunque negó haber salido de su dormitorio.

Las dos marcas encontradas en el cuerpo de JonBenet coinciden con un juguete de Burke.

“Estaba durmiendo y de pronto escuché a mi mamá gritando. No bajé, me quedé en la cama. En ese momento pensaba que quizás había desaparecido mi hermana, pero eso no era tan probable. No recuerdo haber escuchado nada esa noche, porque estaba durmiendo. Siempre duermo muy profundo y nunca escucho nada”.

Después de escuchar los gritos de su madre, Burke aseguró que cerró sus ojos e intentó volverse a dormir. Los investigadores se sorprendieron y le preguntaron: si sabía que algo raro estaba sucediendo, ¿por qué no bajó a preguntarle a su madre por qué gritaba?

“Me preguntaba si algo malo había sucedido. Bueno, tenía en claro que era algo malo. Pero intentaba entender qué era lo que podía haber pasado".

La reacción de Burke y su demanda millonaria

No se quedó de brazos cruzados. Después de que la CBS emitiera el polémico documental, el hermano de JonBenet dio su primera entrevista en veinte años e inició acciones legales contra la productora por "calumnias e injurias". ¿Cuánto reclama? 750 millones de dólares.

Burk tiene 30 años y demandó a la CBS por el documental.

Además, el joven de hoy 30 años rompió el silencio en un programa televisivo y dio por primera vez su versión de los hechos. Insistió en su inocencia, se lo notó incómodo y negó haber golpeado a su hermana.

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