05 Noviembre de 2020 10:08
La sociedad argentina es cada vez más crítica con aquellos funcionarios que nos representan y que nos deberían cuidar. De hecho, desde hace ya unos años, son muchas las voces que se quejan del accionar de la Justicia, sobre todo en aquellos casos donde se dejó en libertad a criminales que después cometieron asesinatos atroces.
Por estos días, uno de los jueces más cuestionados es Juan Francisco Pisa, quien hace unos años dejó en libertad y retiró la acusación contra Mauricio Parada Parejas, el joven que hace pocos días asesinó a puñaladas a la profesora de inglés Paola Tacacho.
Lo que se cuestiona en este caso es que la víctima hizo la denuncia 13 veces durante cinco años, y que en cada una de las oportunidades se desacreditaron sus acusaciones, aun cuando había fuertes elementos que hubieran permitido al menos generar una restricción contra el ex alumno de Paola, quien la amenazaba y acosaba con total libertad.
Como consecuencia de este terrible femicidio, el juez Pisa fue denunciado y recibió en su contra tres pedidos de juicio político. Además debe afrontar una auditoría ordenada por la Corte Suprema de Justicia de Tucumán.
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Pisa quedó en la mirada de todos porque fue uno de los miembros de la Justicia que desprotegió a Paola y que permitieron que su alumno la persiguiera por la calle y la encontrara para matarla.Aunque se conoció en las últimas horas que el magistrado presentó su renuncia, desde el Gobierno tucumano salieron a aclarar que esa presentación fue realizada 15 días antes del asesinato de Tacacho, por lo que el gobernador Juan Manzur debe definir si la acepta o no.
Los otros jueces cuestionados
A pesar de que la conducta de Pisa resulta equivoca para muchos, esta no es la primera vez que se cuestiona a un juez por un accionar que desprotegió a la víctima o a la denunciante.En el caso de Micaela García, la joven que fue asesinada el 1 de abril de 2017 por Sebastián Wagner en Entre Ríos, se discutió la actitud del juez de Ejecución Penal de Gualeguaychú, Carlos Alfredo Rossi, quien dejó en libertad condicional a Wagner, quien cumplía una condena por violar a dos mujeres, sin tener en cuenta los informes que advertían que el hombre debía continuar preso.
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El asesinato de la joven derivó en un jury contra Rossi, realizado en 2018, aunque el Jurado de Enjuiciamiento absolvió al magistrado por los cargos de falta de idoneidad y mal desempeño que pesaban sobre él.
De igual manera, por el femicidio de Nadia Arrieta, la joven que fue asesinada en Villa Tesei dentro de su local por Néstor Maximiliano Montiel en 2018, se cuestionó el accionar del juez Fernando Bellido al firmar la libertad del detenido, sobre todo porque contradijo una resolución de una jueza de primera instancia que había recomendado no darle ese beneficio porque según los informes, no surgió que el detenido se hubiese sometido "a un tratamiento psicoterapéutico" para tratar "su compromiso adictivo".
Antes Montiel había sido condenado a la pena de 18 años de cárcel por los delitos de robo agravado por el uso de arma, privación ilegítima de la libertad agravada por violencia, abuso sexual también agravado por el uso de arma y homicidio calificado.
En ese contexto, Bellido consideró que el acusado se encontraba "en un proceso de readaptación social", y que como había respetado "todas las reglas exigidas", estaba apto para salir.
Algo parecido ocurrió tras la muerte de Abril Bogado, la niña de 12 años baleada en la puerta de su casa en Ringuelet en medio de un intento de robo en 2017. Según se comprobó luego del crimen, el Servicio Penitenciario había recomendado que no se liberara a José Edgardo "Pepito" Echegaray, pero con el aval de la Cámara de Apelaciones, el juez José Nicolás Villafañe dispuso el régimen de libertad asistida para él cuando cumplió los dos tercios de su última condena.
En ese contexto, Echegaray salió en libertad, y cometió un nuevo robo, en el que además asesinó de un tiro en la cabeza a Abril.
Anteriormente, el juez Villafañe ya había estado en la mira por haberle otorgado en 2012 salidas laborales a Diego Arballo Perotti, quien a menos de un mes de estar en libertad asesinó a su pareja, Lorena Sosa, la hija de tres años, el padre de Lorena y al hermano, en lo que se conoció como la masacre de Hudson.
Otro de los jueces muy cuestionados por la sociedad fue Axel López, quien le otorgó salidas transitorias a Juan Ernesto Cabeza, condenado a 24 años de prisión por violación. Lo que desató la furia fue que en una de esas salidas, Cabeza asesinó a Tatiana Kolodziej en un intento de violación ocurrido en Chaco en 2012.
López había liberado también antes a Pablo Marcelo Díaz, un violador que en una salida transitoria asesinó también de 26 puñaladas a Soledad Bargna, en 2009.
Lo mismo pasó en 2011 cuando en La Pampa, Marcelo Tomasseili quedó en libertad luego de haber sido acusado de violar a su pareja, Carla Figueroa. Como ella había renunciado a la acusación, un Tribunal de Impugnación Penal aceptó la figura de avenimiento (luego eliminada del Código Penal), y días después de recuperar la libertad y casarse con la víctima, Tomasseili asesinó a cuchillazos a Carla, lo que derivó en un jury contra Juez Carlos Flores.