Muchas veces la realidad suele superar a la ficción cuando alguien "normal y corriente", como cualquier "hijo de vecino", termina explotando como un volcán y destruyendo todo a su paso (justificada o injustificadamente). "Se le soltó la cadena", solían decir en el barrio. En Argentina hay muchos “Bombita” -el sobrenombre del personaje de Ricardo Darín en Relatos salvajes- en estado de letargo, esperando por explotar.
En este contexto, un hombre de 40 años estalló en furia y le disparó a un joven por estar jugando al fútbol frente a su casa y haber golpeado en dos ocasiones el portón de su casa con la pelota. El violento hecho ocurrió durante la noche del domingo, cerca de las 21.30, cuando personal de la Comisaría 4ª de Lanús llegó al domicilio del agresor, identificado como Ariel, "el mecánico", ubicado en la calle José Hernández al 3600, en Remedios de Escalada.
Los agentes habían sido alertados por los vecinos, los cuales llamaron al 911 avisando que un hombre le había disparado a uno de los chicos que jugaba a la pelota y que luego se había atrincherado en su domicilio. Al llegar, los efectivos encontraron a Braulo Rodrigo Olmedo, de 19 años, con una herida de bala en el brazo derecho. Antes de ser trasladado al hospital -fue dado de alta en las últimas horas- le contó a los policías lo que había ocurrido.
De acuerdo con su relato, su hermano de 14 años estaba jugando al fútbol en la calle con unos amigos y, por accidente, le pegaron dos pelotazos al portón de entrada de la casa del “Mecánico Ariel”. Como consecuencia, el dueño del domicilio salió a la calle, mantuvo una acalorada discusión con los adolescentes y cuando Olmedo quiso intervenir en defensa de su hermano menor, el hombre de 40 años disparó con su arma de fuego en tres ocasiones.
Los primeros peritajes advirtieron que la herida en el brazo de Olmedo fue provocada por un proyectil calibre 22. Quizás asustado o por temor a las represalias de los efectivos de seguridad, Ariel se atrincheró en su domicilio y permaneció por más de 12 horas encerrado en el lugar. La policía intentó ingresar a la fuerza, pero como dentro del lugar se encontraban la esposa y la hija del acusado se decidió proceder a su detención de otra manera para resguardarlas a ambas.
La Justicia resolvió no realizar ningún ingreso a la fuerza y hasta la mañana de hoy, Ariel permanecía atrincherado dentro de su domicilio. De hecho, los vecinos lo vieron en varias oportunidades asomándose a la calle desde la terraza o en la puerta de chapa de su portón para espiar qué ocurría en las inmediaciones de su vivienda. Además, en varias de esas ocasiones llegó a mostrar su arma de fuego con su mano derecha.
A primeras horas del día, su esposa y su hija lograron retirarse de la casa y fueron llevadas a una comisaría para que se las mantenga en resguardo. Una vez que la Justicia dio la orden de allanamiento, efectivos de las fuerzas policiales bonaerenses ingresaron al domicilio y lo detuvieron. La causa quedó en manos del fiscal Martín Rodríguez, de la UFI Nº 6 del Departamento Judicial de Avellaneda, quien caratuló la causa como tentativa de homicidio y abuso de arma de fuego.