Se los llama "La banda de los viejos" y se los acusa de un delito grave: llevarse nenas de un instituto de menores para tener sexo con ellas a cambio de dinero o de regalos. Los hechos habrían sucedido en Viedma. Tomaron estado público en marzo de 2015, cuando una mujer denunció que su hija, alojada en el Centro de Atención de Niños y Adolescentes (CAINA) había sido llevada a una casaquinta del juez Juan Bernardi, donde un grupo de personas adultas la prostituía.
Nazario Contín, uno de los principales acusados, se tapa la cara.
Otras menores declararon en Cámara Gesell en el mismo sentido. El primer caso denunciado, al parecer, no era un hecho aislado sino parte de un modus operandi atroz. El juez Carlos Mussi, del Juzgado de Instrucción número 2 de Viedma, elevó a juicio oral y público la causa contra Nazario Raúl Contín, René Omar Ledesma, Victorino Alfredo Bonifacio Cabeza, Jorge Daniel Morón y Andrea Natalia León, por promoción a la prostitución y corrupción de menores. A Nazario Raúl Contín se lo llevó a juicio "en calidad de autor del delito de promotor de actos corruptivos, en concurso ideal con promoción de la prostitución de dos menores de edad en al menos cuatro oportunidades con dos víctimas".
Según el texto judicial, a René Omar Ledesma, Victorino Alfredo Bonifacio Cabeza, Jorge Daniel Morón y Andrea Natalia León "se los presumen autores del delito de promotores de actos corruptivos, en concurso ideal con promoción de la prostitución de dos menores de edad en al menos dos oportunidades".
Juez Juan Berardi.
En junio pasado, el juez de Viedma Juan Bernardi, dueño de la casaquinta donde supuestamente transcurrieron los hechos denunciados, presentó su renuncia ante el Superior Tribunal de Justicia. Bernardi está siendo juzgado por los mismos hechos en una causa anterior a la de los otros cinco "viejos". El juez había sido suspendido en marzo pasado por el Consejo de la Magistratura. Su renuncia apunta a adelantarse una posible destitución para poder percibir su jubilación como juez. En la causa que lo involucra a Bernardi también estaban mencionados Julio Antueque, su chofer y jardinero, y Fabián Peralta, empleado del ministerio de Salud de la provincia. Peralta se suicidó apenas apareció mencionado. El ex juez ya tiene dos fallos adversos, de un juez de Instrucción y de la Cámara de Apelaciones, pero permanece en libertad a la espera de un fallo firme.