En los últimos meses, la tristeza y la bronca invadió a la provincia de Santa Fe luego de que se diera a conocer que tres internos del Instituto religioso Pequeño Cottolengo "Don Orione" habían sido abusados sexualmente por un sacerdote que trabaja en el lugar desde hacía años.
Sin embargo, ahora la indignación de los ciudadanos es mucho mayor, porque finalmente la Justicia decidió que el acusado acceda al beneficio de la prisión domiciliaria y viva en una casa que tiene como garante a otro párroco.
Internos del Cottolengo Don Orione de General Lagos denunciaron que fueron abusados sexualmente por un sacerdote.
General Lagos es una localidad que cuenta con 4 mil habitantes y que está ubicada a 32 kilómetros de Rosario. Sin embargo, a pesar de ser un lugar conocido por su tranquilidad, durante muchos años varios internos de un destacado instituto para discapacitados vivieron en el mismísimo infierno.
El secreto que los chicos del Pequeño Cottolengo "Don Orione" guardaban se hizo público el pasado 5 de mayo, cuando uno de ellos le contó a su psicóloga, y a otras cuatro personas más, que el sacerdote Juan Aveiro abusaba sexualmente de él y de otros dos chicos más.
El padre Juan Aveiro fue detenido hace dos meses, aunque la Justicia lo benefició con la prisión domiciliaria.
"El sacerdote Juan abusa de mi", esas fueron las palabras que el joven utilizó para explicar lo que vivía cada vez que su acompañante lo llamaba para hacer actividades. Según reveló en ese entonces la fiscal que investiga el caso, Nora Marull, el religioso pasaba mucho tiempo con una de sus víctimas y aprovechaba cada momento para obligarlo a hacer cosas.
El peor de todos: cómo actuaba el sacerdote acusado de abusar de chicos discapacitados
A principios de junio Aviero fue apresado e imputado por abuso sexual, aunque desde el momento en que quedó detenido sus abogados pidieron que fuera beneficiado con la prisión domiciliaria.
Hasta hace poco la Justicia se había negado a acceder, pero ahora finalmente la Cámara de Apelaciones aceptó la solicitud de los letrados y permitió así la domiciliaria para el sacerdote.
La fiscal de la causa explicó que el sacerdote fue beneficiado con la domiciliaria porque no tenía antecedentes.
Lo más insólito es que el acusado vivirá en una casa que pertenece al arzobispado, y en la cual el garante es un cura. "Le pidieron una fianza de $ 10 mil, va a usar pulsera electrónica, y tiene la prohibición de tener cualquier contacto con personas que se relacionen con el Cottolengo de Lagos", explicó la fiscal Marull en diálogo con BigBang.
Además, aseguró que el traslado del religioso aún no se concretó, aunque posiblemente en los próximos días se lleve a cabo porque ya se pidió la pulsera electrónica.
Sobre la decisión de la Cámara, la fiscal explicó que se accedió a una prisión domiciliaria porque el detenido no tiene antecedentes penales, y porque se lo acusó de haber cometido un abuso sexual gravemente ultrajante y otros dos abusos simples.
El sacerdote está en el instituto desde el año 2010.
"No hay posibilidad de que esto cambie. Las familias de los chicos no van a hacer nada porque la mamá del chico que mejor se expresa es discapacitada, y la verdad es que las familias no han tenido mucha intervención en lo que pasó", aclaró, al mismo tiempo que admitió que en la decisión de la Cámara se recomienda "urgentemente" realizar una Cámara Gesell con cada acusado, para que cada uno cuente lo que pasó.
"Es especialmente importante hacerle una Cámara Gesell a una de las víctimas, ya que los otros chicos es muy difícil que hablen, porque justamente les cuesta eso. Acá uno de los chicos fue el que habló, y mencionó que los otros dos habían sido abusados también, y es difícil que se demuestren los incididos de que atentaron contra la integridad sexual de ellos. Por eso, el próximo paso que voy a pedir es la Cámara Gesell", dijo por último.
El sacerdote vivirá en la casa de otro religioso.
El caso
El pasado sábado 5 de mayo, uno de los internos de 20 años usó su celular para gritar una verdad que ya no podía callar. Enojado y cansado por lo que vivía, mandó diferentes audios de Whatsapp, a personas de su entorno íntimo, para decir algo que no quería ocultar más: había sido abusado por el "hermano Juan" y esa no había sido la primera vez.
En el instituto en total hay 104 chicos, y cada uno de ellos posee diferentes discapacidades. Algunos se comunican de buena manera, como ocurre con 5 de los chicos del lugar, pero para el resto no resulta sencillo poder hablar para contar lo que vivieron. Por eso mismo, se cree que Juan Aveiro abusaba de los internos que no podían contar lo que les pasaba.
El sacerdote llegó al Pequeño Cottolengo "Don Orione" de Santa Fe en el año 2010. Después fue director de la institución religiosa durante un tiempo, y más tarde, abandonó su puesto para volver finalmente en el 2016 como coordinador. Aunque las autoridades del lugar no pudieron explicar los motivos de su renuncia a la dirección, sí aseguraron que hasta ahora nunca se habían enterado de denuncias o reclamos de los internos contra el acusado.