José Manuel Verón se animó a contar lo que muchos detenidos en las cárceles argentinas saben y callan por temor. En los últimos años denunció a los guardias penitenciarios por hechos de corrupción que van desde mandar a robar y apretar a los presos hasta torturarlos psicológica y físicamente. "Lo peor es que la mafia penitenciaria sigue, le pido a los internos que no tengan miedo y denuncien a los corruptos", dijo Verón a BigBang desde el penal de Ezeiza.
"Hay una mafia penitenciaria", denuncian los presos.
Verón será uno de los testigos principales del juicio que comienza este lunes en San Martín, donde serán juzgados tres agentes del Servicio Penitenciario Federal acusados de intentar matar a golpes a Diego Hernán Trapanesi, hecho ocurrido en 2007 en el penal de Marcos Paz. "Son verdugos que mandaban a detenidos a robar y a apretar. A mí también me ofrecieron matar a Trapanesi, las mafias están enquistadas y hay que animarse a denunciarlas", aseguró.
Los guardias están sospechados de ser parte de una mafia penitenciaria que usaba a los presos para sus negocios sucios.
José Verón está detenido en el penal de Ezeiza. Foto: Juan Diego Britos.
"Voy a contar todo lo que vi. Desde hace mucho vengo denunciando a estos mafiosos con guante blanco. Sé todo porque yo trabajé para ellos, salí a robar para ellos, salí a apretar para ellos, sino lo hacía amenazaban con matarme. Y a cambio de mis servicios me daban beneficios, no me quedaba otra que hacerlo", dijo Verón. También aportó un dato alarmante: "Los guardias hicieron desaparecer a 13 internos que denunciaron hechos de corrupción, esto pasó en los últimos diez años".
"Los presos tienen que animarse a hablar", dijo Verón.
Contó que estuvo preso por hacer secuestros virtuales desde la cárcel. "Los guardias nos hacían cometerlos. Llegamos a juntar mucha guita que después iba a los ortivas", denunció. "Adentro mandan ellos, hacen lo que quieren. La mafia de los candados no se terminó, siguen laburando".