L-Gante llegó a juicio oral con una actitud impensada: "Ni bola"

Desde el 8 de octubre, Elián Ángel Valenzuela, más conocido como L-Gante, protagoniza un juicio oral en el Tribunal Penal N°3 de Mercedes, bajo los cargos de privación ilegal de la libertad y amenazas contra dos vecinos de la localidad bonaerense de General Rodríguez. Este jueves llegó al día tres del juicio, con un outfit elegante y sobrio, e hizo una contundente declaración antes de ingresar al recinto.

Alrededor de las 9.30, el cantante se presentó junto a sus abogados en el tribunal presidido por el juez Ignacio Racca, donde además se encontró con "Mañinísima", el ciclo que conduce Carmen Barbieri. El cronista se acercó al imputado y consultó sobre los ánimos con los que enfrenta este problema legal: "Saludos, que tengan buen día, arranquen con todo la mañana", fueron sus primeras palabras, mostrándose positivo. 

Con la insistencia de los periodistas, el compositor agregó: "Estamos tranquilos, venimos a resolver". Quienes no quisieron pronunciarse ante las cámaras de los medios fueron sus abogados, que le aconsejan no exponer lo que sucede dentro del juicio. 

Apurado, ingresó al edificio, pero antes fue contundente sobre las últimas declaraciones de Daniel De Marco, más conocido como "Muelita" detenido e imputado, junto a L-Gante, por haber ido a la casa de Gastón Torres y obligarlo a subir a su camioneta donde aseguró estuvo secuestrado por 23 minutos: "Ni bola", dijo. 

En la anterior jornada judicial, su amigo complicó aún más al representante de la cumbia RKT: "Soy inocente, el único culpable es Elian Valenzuela", dijo De Marco, que confirmó que el artista cometió absolutamente todos los delitos que se le imputan. 

Los denunciantes, confían en el proceso judicial por el que piden 12 años de prisión para L-Gante; aseguran tener las pruebas necesarias para demostrar las acusaciones. Por su parte, el cumbiero dejó en claro que está tranquilo y logrará pasar con éxito esta situación. Al encontrarse cara a cara, se presencia la tensión y los insultos llegan a tomar protagonismo.