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La acusaron de quemar a su bebé: se lo restituyeron y ahora el nene está grave

A Valentino le habían quemado los testículos y los pies y le habían roto un brazo. Al cabo de tres meses, volvió con su madre por orden de la jueza Rosa Esquivel Iglesias. Ahora pelea por su vida.

por Daniel Riera

29 Mayo de 2017 13:27
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Valentino tenía un mes y medio de vida cuando llegó a un hospital correntino con un bracito fracturado y quemaduras de cigarrillos en los pies y en los testículos. Su madre, Angie Tatiana Zuloaga, no supo explicar cómo se produjeron ni la fractura ni las quemaduras (no hay demasiado para explicar). Valentino estuvo tres meses con una familia sustituta: Silvia Sosa lo crió y lo cuidó como si fuera su propio hijo durante cinco meses, hasta que una jueza, Rosa Esquivel Iglesias, ordenó que lo restituyeran a su madre biológica.

Ahora Valentino está en terapia intensiva: tiene cuatro traumatismos de cráneo y otras lesiones indescriptibles. Llegó al mismo hospital de la primera vez, inconsciente y haciendo convulsiones. Su vida corre peligro y cualquier adjetivo que se emplee no alcanza para definir el trabajo de la jueza que debía protegerlo. 

Valentino

Valentino: su vida corre peligro por la decisión negligente de una jueza. 

"En el expediente no surgió elemento alguno que probase alguna patología de la mujer. Lo que puede pasar después es imprevisible”, dijo la jueza luego. “Existe una obligación prevista por la legislación de efectuar un trabajo de revinculación con la progenitora”, explicó la doctora Esquivel Iglesias. Así las cosas. 

Adriana Sosa es una de las hermanas de Silvia Sosa, la mujer que intentó preservar la vida de Valentino y ahora está destrozada y no puede ni hablar de lo ocurrido. Adriana cuenta la historia.

-Mi hermana Silvia trabajaba en el 102 un teléfono donde se reciben denuncias por maltrato infantil. Allí recibió una denuncia de un bebé que había sido golpeado. Se acercó con gente del Conaf (Consejo provincial de Niñez, Adolescencia y Familia). Ella estaba anotada en un programa de familias del corazón, donde se anota gente que recibe a las familias por un tiempo determinado, para que no vayan a un hogar. Silvia se hizo cargo por los primeros tres meses. La jueza nunca le hizo un seguimiento a la madre biológica del nene. No hay explicación de cómo ella seguía libre. La madre había dicho que no tenía recursos para mantener al bebé, pero el bebé no llegó al hospital por eso. 

Rosa Esquivel Iglesias

Rosa Esquivel Iglesias, la jueza que restituyó a Valentino a su madre. 

-¿Cómo es que Valentino vuelve a parar a manos de la madre biológica?

-Hace 14 días llega la policía a mi casa, dicen que se lo quieren llevar a Valentino para hacer un control. La llevan engañada a  Silvia a la Comisaría de la Mujer, y ella no se niega, y ahí se lo entregan a la madre. 

-Es decir que no había ni siquiera una orden judicial.

-No, la orden judicial sale después. Tal es así que cuando mi hermana lo lleva a la Comisaría de la Mujer, no había llevado ropita, no había llevado nada. 

-¿Cuándo sucedió esto?

-Hace dos viernes. El mismo día se lo devuelven a la madre, le dicen que la jueza  había autorizado. La jefa de mi hermana, la directora del Conaf, empieza a decirle a la jueza, cómo le van a sacar a Valentino sin previo aviso, sin avisarle siquiera. A nosotros nos tomó a todos por sorpresa. La señora Patricia Nasser hizo una denuncia y le reclamó a la jueza, cómo podía ser que le habían devuelto a la madre a un chico que vino con lesiones. Mi hermana Karina es asistente social, le dijo si estaba segura de lo que había hecho. La jueza le dijo que  era una decisión tomada y que ella no era quién para juzgar sus decisiones, que la madre tiene derecho ante todo. 

-¿Silvia intentó ponerse en contacto con la madre biológica de Valentino?

-Sí. Teníamos sólo un teléfono al que no nos respondían. Ella quería acercarle su ropa, sus cosas.El miércoles a la noche entró al hospital con cuatro traumatismos de cráneo, inconsciente, convulsionaba... Ahora está en terapia intensiva y le pedimos a la gente que ore, que ore mucho por su vida.

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