Nilda Alejandra Masso, una enfermera jubilada de 74 años, fue hallada asesinada con signos de tortura y asfixia en la madrugada del miércoles en una habitación de su casa en Ciudad Evita. El hallazgo del cuerpo se produjo unas horas después de que los vecinos denunciaran a las autoridades policiales que habían ruidos extraños que provenían de su vivienda ubicada en la calle Layarreta 4100.
Personal policial del Partido de La Matanza ingresó a la casa pasadas las 7 de la mañana del miércoles, gracias a la ayuda de una vecina, y encontraron a la mujer sin vida en el piso de su dormitorio, boca abajo y atada de pies y manos, y con claros signos de haber sido asfixiada.
María Isabel, vecina y amiga de Masso, en diálogo con TN dijo conmovida: “Yo tengo llaves de su casa. Los policías me vinieron a preguntar a la mañana para ver si podíamos entrar a su casa. Entramos y estaba todo patas para arriba. Entré a la habitación y la vi a ella boca abajo, atada las piernas y después no quise ver más".
El cruento episodio puso en estado de alerta a los vecinos desde las 5 de la mañana cuando alertaron que los ruidos provenían de la casa de la víctima y lo comentaron en el grupo de WhatsApp.
De las filmaciones aportadas por las cámaras de seguridad de la zona, se registraron a dos hombres saliendo de la vivienda de la víctima a las 5.38 de la mañana, unos minutos después de Claudia, vecina aledaña de la enfermera, alertara que habían ruidos extraños en la casa de Masso. En las imágenes del martes se puede visualizar a dos hombres que cruzaban la calle a paso tranquilo con bolsos y mochilas.
Detuvieron a los sospechosos del crimen de la enfermera
En la madrugada de hoy, la Policía de la Ciudad detuvo a dos hombres que coinciden con las características de los supuestos autores del asesinato. Los imputados viajaban en moto sin casco y a alta velocidad por la colectora de Avenida General Paz, a la altura de Carrillo sentido Riachuelo. Por este motivo, pidieron su detención.
Al momento de registrarlos, los agentes policiales notaron que ambos poseían dos revólveres calibre 22, una caja de municiones, tres teléfonos celulares, dos billeteras, una notebook marca HP, un tensiómetro médico en su estuche, dos relojes y otros elementos, además de pastillas de clonazepam y envoltorio con cocaína.
Inmediatamente procedieron a su arresto y a corroborar sí los elementos robados tenían coincidencias con los de la enfermera de Ciudad Evita, además de la ropa y estatura de los hombres que se visualizan en las imágenes de seguridad.
Justicia por Nilda en Ciudad Evita
La mujer asesinada de 74 años vivía sola y no tenía hijos. Fueron sus sobrinas quienes reconocieron el cuerpo sin vida de Masso en la escena del homicidio. Además, indicaron a la policía el lugar donde guardaba los 60 mil pesos que corresponden a su jubilación por haber trabajado como enfermera en el Centro Atómico de Ezeiza. Es por este motivo que se sospecha que la víctima fue torturada y luego asesinada.
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Los vecinos que se acercaron a la casa de la enfermera comentaron, ante los medios que se acercaron, que en el barrio se conocen todos y que Masso, al jubilarse, siguió con su profesión y atendía a los vecinos. Si bien admitieron los habitantes de la zona que este tipo de hechos no ocurren a diario, el mes pasado una mujer que vive cerca fue atacada a golpes por delincuentes que entraron a la casa a robarle.