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La coartada del karateca: "No puedo ir a entrenar, me robaron"

Daniel Zalazar, el presunto triple femicida de Mendoza, se comunicó con sus amigos minutos después del crimen. El primer esbozo de su "defensa" y el misterio del auto con el que se trasladó hasta el hospital.

23 Octubre de 2016 13:18
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Daniel Zalazar mató a puñaladas a tres mujeres e hirió a dos menores, una beba de 7 meses y un niño de 11 años. Dejó abierta la llave de gas y una vela encendida. Fingió ser vícitma de un asalto y se mantuvo tranquilo ante sus conocidos luego del triple crimen. Esos son algunos de los detalles de la mente del hombre acusado de ser el autor de un nuevo caso de femicidio agravado en el barrio Trapiche, Mendoza.

"Cuando lo llamé para preguntarle qué es lo que había pasado me dijo que lo habían lastimado durante un robo. Lo noté tranquilo -precisó a BigBang un amigo de Zalazar-

El cruel suceso ocurrió en el barrio Trapiche, Godoy Cruz, en Mendoza. 

Eran las ocho de la mañana y Zalazar debía estar en el club barrial donde entrenaba taewkondo, como cada domingo. Lo hacía junto a sus colegas, en el lugar donde dictaba clases a niños y adolescentes. Uno de sus maestros, ante su ausencia lo llamó. A minutos de haber cometido un triple crimen y de haber herido a dos menores, Zalazar con pocas palabras le explicó a su compañero que se no iría debido a que le habían robado y lo habían herido en una mano. De esta manera comenzó a desarrollar la coartada. 

"Tenía que venir a entrenar a las ocho y no llegaba. Cuando lo llamé para preguntarle qué es lo que había pasado me dijo que lo habían lastimado durante un robo. Lo noté tranquilo, era un buen pibe", confió a BigBang un allegado al homicida.

En su perfil de Facebook compartía fotos con sus alumnos y sus presentaciones.

Con la misma justificación se acercó al hospital Central. En la guardia dijo haber resistido el ataque de un delincuente y que por ello fue herido en una mano. Pero los médicos descreyeron de la historia y se comunicaron con la Policía. De inmediato fue apresado.

Había llegado solo y en un vehículo en el que encontraron sus elementos de taekwondo. "Había vendido su auto hace unos días, no entendemos cómo es que llegó hasta el hospital", desconfiaron desde su entorno.

Aunque el club en el que practicaba y daba clases le pidió a todos los alumnos y docentes que no brinden detalles del presunto homicida, nadie sale de su asombro. "Era un pibe re tranquilo. Se ve que uno nunca termina de conocer a la gente".