Se alcoholizó, manejó, mató a dos personas, el juicio tardo tres años en llegar, declaró, se hizo cargo y lo condenaron. Rubén Darío Castiñeiras, más conocido como "El Pepo", llegó a un acuerdo en el que no solo aceptó la pena impuesta por la justicia, sino que deberá realizar un tratamiento psiquiátrico, psicológico, y tendrá prohibido manejar por una década.
Actualmente el cantante de cumbia de 48 años cumplía desde diciembre del 2019 la prisión domiciliaria que le otorgaron por la causa caratulada doble homicidio culposo. Desde ese entonces gozaba de salidas laborales, las cuales en septiembre de este año tuvieron una extensión en las horas permitidas, según estima su letrado, su nueva condena también podría realizarla desde allí.
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No obstante, el motivo por el cual se decidió agravar la causa, es por que a raíz de la nueva decisión judicial, se constató que su nuevo cargo será por homicidio culposo séxtuplemente agravado por conducción impudente, negligente y antiantirreglamentaria, bajo los efectos de estupefacientes y con un dosaje de 1,02 gramos de alcohol por litro de sangre, por exceso de velocidad, por mediar culpa temeraria y por la pluralidad de víctimas y lesiones culposas agravadas.
“Nosotros fuimos por el planteo de absolución o una pena menor a cinco años, que fue lo que se obtuvo. Hoy, Pepo se encuentra en tratamiento, con psicólogo, psiquiatra, trabajando para su reinserción. Esperamos que cumpla su pena, tal como vino hasta ahora, con prisión domiciliaria”, expresó su abogado, Miguel Ángel Pierri hace unos días.
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Por su parte, desde la justicia compartieron la resolución: "La pena de cuatro años y siete meses de prisión de efectivo cumplimiento, accesorias legales, inhabilitación especial para conducir vehículos automotores por el término de diez años y pago de las costas procesales. Asimismo, se impone la condición inexcusable que el encausado deberá llevar adelante un tratamiento médico psicológico/psiquiátrico que atienda a las particulares circunstancias de salud certificadas en el proceso, con acreditación periódica de dicha práctica por profesionales actuantes y hasta la obtención del alta médica y/o término de la pena, y respetar los límites impuestos por el Juzgado en la situación procesal que se encuentra al presente".
Cabe destacar que las dos personas que fallecieron en el episodio eran parte de su vida. Un músico y su mano derecha. Nicolás Carabajal era trompetista de su banda desde hacia varios años. Era papá de Alma, una niña de en ese entonces un año y medio y estaba esperando a Mateo, quien nació dos meses desupés de su fallecimiento. Por su parte, la otra víctima del hecho, fue Nacho Abosaleh, quien era su asistente y amigo, había trabajado como bombero voluntario y era papá de Ian, quién hoy tiene diez años.