27 Diciembre de 2019 17:28
La Corte Suprema de Justicia absolvió este jueves a dos mujeres que estaban presas desde hacía 14 y 11 años, ambas acusadas de haber cometido el crimen de una jubilada asesinada en 2001 en la ciudad de Posadas, Misiones. De este modo, el fallo benefició a Cecilia Rojas, de 37 años, y Cristina Vázquez, de 36, quienes estaban presas desde 2005 y 2008, respectivamente, pese a que siempre sostuvieron que eran inocentes y pese a que no había ninguna prueba en su contra.
Ambas mujeres habían sido condenadas a la pena de prisión perpetua por el Tribunal de Justicia de la Provincia de Misiones.
Según el Centro de Información Judicial, en este fallo la Corte Suprema entendió que en la sentencia que confirmó la condena no se había tratado en forma adecuada el descargo de Vázquez y Rojas por el que sostenían no ser responsables del hecho que se les atribuía.
"La Corte Suprema remarcó que la revisión del fallo había sido deficitaria en tanto se había apartado de las constancias de la causa, desatendiendo prueba producida al no ponderarla ni confrontarla desde la perspectiva del principio de culpabilidad y de la garantía de presunción de inocencia, convalidando un doble estándar de valoración probatoria en desmedro de dichos principios al efectuarse un análisis parcial y sesgado de la prueba. Además, consideró asimismo que la causa resultó ser un ejemplo de un proceso indebido en el que se negó la vigencia del principio de inocencia y la aplicabilidad al caso del in dubio pro reo y que ello se debía a la revisión parcial y sesgada que se había hecho del fallo", explicaron.
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Indiana Guereño, de la Asociación Pensamiento Penal (APP), fue una de las abogadas que defendió la causa de las mujeres desde el principio, y en diálogo con TN, explicó que durante el juicio no existió ninguna prueba concreta que pudiera involucrar a Rojas y Vázquez."Nosotros teníamos la convicción de que una vez que la Corte leyera el expediente, se iban a dar cuenta de que no había ninguna prueba en contra de ellas. Ninguna de las pruebas que había coincidían con las acusadas. Ni el ADN encontrado, ni los cabellos. Había testimonios, y para condenarlas, se basaron en rumores y habladurías de los vecinos", indicó.
Además, aclaró que durante proceso se las acusó de que se vestían sucias y desarregladas, y que tenían una vida marginal, lo que terminó en una condena a perpetua para ambas basada en puros prejuicios. "Desde la defensa se hizo lo que se pudo, porque en el juicio a ellas las empezaron a atacar por su estilo de vida, y las trataban de mentirosas y las acusaban de salir mucho a bailar", sumó.
El crimen de la anciana
El caso comenzó hace 18 años, el 27 de julio de 2001, cuando Ersélida Dávalos de Insaurralde (79), jubilada del Poder Judicial de Misiones, fue asesinada a golpes en la cabeza, presuntamente con un martillo, en su casa de Posadas. La mucama la encontró al día siguiente en el lavadero y se determinó que de la vivienda habían robado dinero y joyas, pero no se hallaron testigos para esclarecer el hecho.Más allá de eso, en 2002 fueron presas Rojas y Vázquez, luego liberadas y detenidas otra vez en 2008, enviadas a juicio oral y condenadas en 2010 a prisión perpetua por "homicidio calificado criminis causa".
La crueldad del crimen, el misterio de quién lo cometió y la injusticia de que condenen a dos personas inocentes, llevó a que la directora Magda Hernández hiciera un documental sobre el caso, con el testimonio de ambas mujeres en primera persona.
El film, llamado "Fragmentos de una amiga desconocida", cuenta la historia de Rojas y Vázquez, y desarrolla cómo ocurrieron los hechos y los años que las dos pasaron presas sin merecerlo.