05 Marzo de 2025 09:36

La madrugada del domingo se convirtió en un infierno en la provincia de Tucumán. Kiara Jazmín Caro, de apenas siete años, fue hallada sin vida a la orilla del río Lules. Un macabro desenlace que estremeció a todo el país. La autopsia reveló que la pequeña murió por asfixia por inmersión, pero también presentó múltiples golpes en el rostro y la cabeza, lo que sugiere que padeció una agonía brutal antes de morir. La principal sospechosa del crimen es su propia madre, Daniela Fernanda Ávila, quien quedó detenida con prisión preventiva por tres meses, acusada de abandono seguido de muerte agravado por el vínculo.
La escena que describieron los peritos es desoladora: Kiara habría sido abandonada en el río, en plena noche, en un entorno hostil y sin posibilidad de pedir ayuda. El fiscal a cargo del caso, Pedro Gallo, lo describió con crudeza durante la audiencia: "Estamos hablando de una niña de siete años, dejada a su suerte en medio del cauce de un río, sufriendo golpes, luchando por su vida, mientras su madre regresaba a los corsos y posteriormente entorpecía la investigación con datos falsos".
La mujer, de 24 años, fue acusada de abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo. La fiscalía sostiene que intentó desviar la investigación presentándose en la Comisaría de Lules alrededor de las 5:30 de la madrugada del domingo, donde denunció la desaparición de Kiara. Según su versión, la menor se había extraviado mientras caminaban juntas por la orilla del puente que cruza el río. Sin embargo, la evidencia recolectada desmiente su testimonio.
Los investigadores descubrieron que Ávila intentó acortar el trayecto hasta la casa de su pareja cruzando el río a pie, exponiendo a su hija a un peligro mortal. La menor quedó atrapada en el cauce y no recibió auxilio. La autopsia reveló que tragó barro, lo que indica que luchó por respirar hasta el final. Dos horas después de iniciados los peritajes en la zona, las autoridades hallaron el cuerpo en la misma área donde la madre había asegurado haberla visto por última vez.
Las imágenes de la menor al momento de su hallazgo son escalofriantes. Kiara vestía una musculosa rosa, un short de jean celeste y zapatillas deportivas en tonos rosa y gris. Sus pequeñas manos estaban cubiertas de lodo, un testimonio mudo de su desesperada lucha por sobrevivir. El impacto de la noticia sacudió a toda la comunidad de Lules. Un imponente operativo policial, que incluyó al Equipo Científico de Investigaciones Fiscales, Defensa Civil y unidades motorizadas de la policía, trabajó incansablemente para reconstruir las últimas horas de Kiara.
Finalmente, la Justicia dictó prisión preventiva para Ávila por tres meses ante el peligro de fuga y el posible entorpecimiento de la causa. En medio del dolor, la frialdad de la madre conmociona aún más. Durante su arresto, solo alcanzó a decir: "No me acuerdo de nada". Mientras tanto, Matías Sebastián Paz, pareja de Ávila y padrastro de la niña, fue liberado al comprobarse que no estuvo presente en el momento del hecho. En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, el fiscal Gallo, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Homicidios Número 1 de Tucumán, indicó que Ávila "dejó a la menor en el río sin requerir auxilio".