21 Septiembre de 2016 12:21
Nicolás fue uno de los asistentes a la descontrolada fiesta de Moreno, donde murió un joven de 19 años y varios resultaron con heridas de diversa gravedad, y contó el caos dentro del predio. "Tuve miedo, fue una batalla de todos contra todos", confesó.
Según cuenta, en cada una de las ediciones a las que asistió había armas, violencia, drogas y descontrol. Los vecinos aseguran que hay complicidad policial y los que concurrieron aseguran que no había ningún tipo de control.
La imagen de cómo quedó la casona luego de la fiesta.
"No es la primera vez que suceden este tipo de fiestas. Todos estaban descontrolados, se los veía con cuchillos, armas y eran todos contra todos (...) Fui a varias, me dio miedo, pero me quiero divertir. Yo no llevo nada, no me hace falta", dijo al recordar lo que vio en la madrugada de hoy.
Las armas blancas y los casquillos encontrados en el lugar son investigados.
El lugar elegido en esta oportunidad fue un chalet ubicado en la ruta 23, también llamada avenida Libertador, y el cruce de la calle Ozanán, en el barrio Las Catonas, de Moreno. Cuenta con un parque en la parte delantera y en varias oportunidades fue alquilada para eventos sociales.
En la propiedad también se encontraron picanas, drogas y todo tipo de elemento cortantes. Según define Nicolás, los jóvenes que participaron de un evento que tenía como fin celebrar la llegada de la primavera fueron preparados para una batalla. Y así fue.
Cada asistente ingresa con sustancias de todo tipo. "Asistí a otras fiestas de este tipo y me da miedo pero también me quiero divertir. Cuando veo problemas me voy", contó.
Una pastilla en medio de la fiesta puede adquirirse desde los 20 pesos
Nicolás reveló que se vende droga a bajo precio y que abunda el consumo de pastillas, cocaína y marihuana. Una pastilla puede adquirirse por 20 pesos. "Vienen con armas porque se encuentran con bronca pasada. Son fiestas marginales. Ya se sabía que esto iba a pasar", sumó y considera que la policía estaba enterada. "La vez pasada vino y habló con la seguridad del evento y se fueron. No pasa nada, hasta que pasó lo de anoche", finalizó.
La imagen del evento difundido por las redes sociales.
UN INOCENTE ASESINADO
El padre de Matías Nicolás Rivero, el joven de 19 años que murió al ser baleado en medio de la fiesta desmintió la versión de que su hijo fuera parte de una banda de delincuentes. "Siempre le enseñé que la droga lleva a la muerte", sostuvo.
Matías Rivero "era un joven trabajador", según lo definió su padre.
"Dicen que mi hijo era miembro de una banda. Nada que ver. Mi hijo era un pibe trabajador", contó y detalló que Matías era empleado de una fábrica. Asimismo, aseguró que no tienen armas. Según detallaron los testigos, un joven pasó en una moto y disparó contra los asistentes al evento. Una bala impactó en el pecho de Matías y murió casi en el acto.
VALORES DE LA FIESTA
La casona fue alquilada por 4 mil pesos. Su dueña es una mujer discapacitada, y según contó a los medios, el contratante afirmó que realizaría una fiesta de 15 años en la propiedad.
Los vecinos aseguran que es conocida la realización de eventos es tipo en distintas propiedades del barrio Las Catonas. La entrada vale desde 50 pesos, según el contacto que vende la entrada, y se ofrecen todo tipo de bebidas y sustancias a valores irrisorios.
Los vecinos ayudaron a los jóvenes que escapaban de la balacera.
Ante la multitudinaria convocatoria y las quejas de los vecinos, se acercaron inspectores de la Municipalidad. Clausuaron la fiesta pero no se lo pudieron notificar a nadie porque "todos estaban fuera de control".
"Era un descontrol total, una batalla campal. Los asistentes tenían cuchillos, armas y hasta picanas", dijo otro testigo. Los inspectores colocaron la faja de "clausura" pero no dieron con los organizadores, que están siendo buscados por la policía.